Si yo fuera Alberto Núñez Feijóo propondría un gran Gobierno de coalición con el PSOE, aún a costa de renunciar a la presidencia del Gobierno.

PP y PSOE suman 258 escaños, 82 escaños más de la mayoría absoluta que son 176.

España necesita un gobierno fuerte y estable que no esté supeditado a las minorías. Tanto el PP como el  PSOE son dos grandes partidos constitucionalistas con visión de Estado frente a la gran coalición que se baraja como alternativa, formada por partidos independentistas y de extrema izquierda.

En Alemania han gobernado democristianos y socialdemócratas para evitar la entrada de la ultraderecha en las instituciones.

En España no se ha probado esta fórmula de un gran acuerdo de coalición entre los dos principales partidos del arco parlamentario, prescindiendo de aquellas formaciones que buscan la ruptura con España y que van a poner un precio muy alto a un eventual apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, como ya ha anunciado Junts, cuyo apoyo pasa necesariamente por la amnistía a los presos del procés y al fugado Puigdemont y un referéndum de independencia en Cataluña.

Sánchez no puede caer una vez más en el chantaje independentista, poniendo en riesgo la unidad de España y las instituciones del Estado, pactando nuevas cesiones que están fuera de la Constitución, como sería un hipotético referendum de autodeterminación en Cataluña.

El señor Feijóo debería sentarse con Pedro Sánchez y buscar un gran acuerdo de Estado para España que deje fuera del gobierno de la nación a la extrema derecha de Vox, pero también a los partidos independentistas.