Pedro Sánchez ha premiado al ex presidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig, nombrándolo embajador de España ante la OCDE, algo que no ha sentado nada bien entre los diplomáticos de carrera que cuestionan la idoneidad del candidato, dada su nula experiencia y preparación. En el caso de Ximo Puig creó que no terminó ni los estudios de Periodismo.

Normal que los diplomáticos que han tenido que someterse a unas duras oposiciones protesten ante esta clase de intrusismo marcado desde la política. Además, la imagen de los diplomáticos queda dañada.

¿Es Ximo Puig, la persona indicada para ser embajador ante la OCDE? ¿Qué conocimientos tiene en política exterior? ¿Está capacitado para representar a nuestro país ante un organismo como la OCDE, cuyo objetivo es coordinar las políticas económicas y sociales entre los diferentes Estados que la integran? ¿Habla inglés o francés, el señor Puig?

Tras perder las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28-M, Ximo Puig fue designado senador, acta a la que ha renunciado para ser embajador. Además, como ex presidente de la Generalitat recibe una retribución económica, al igual que el resto de ex presidentes valencianos.

El último nombramiento del PSOE fue la ex ministra de Educación Isabel Celaá que fue designada embajadora ante la Santa Sede, a pesar de haberse distinguido durante sus años como ministra por perseguir la religión católica en las aulas y acabar con los centros concertados.

También el Gobierno de Mariano Rajoy nombró a ministros que pasaron por su gobierno como embajadores. Es el caso de Pedro Morenés, ex ministro de Defensa, José Ignacio Wert, ex ministro de Educación o Jorge Moragas, jefe de Gabinete del Gobierno de Rajoy. Todos han sido recompensados con alguna embajada.

En épocas pasadas con Gobiernos de Felipe González o  José María Aznar, el premio era colocar a los amiguetes en los consejos de administración de empresas que había sido previamente privatizadas, como Ángel Acebes en Iberdrola, Juan Carlos Aparicio en Indra o Isabel Tocino en Enagás. Pero la lista es mucho más extensa y hay políticos del PP, del PSOE, del PNV, UPN, EA o CiU.

Es algo ya asumible en la política española esta forma de prebenda en la que no se tiene en cuenta la idoneidad del candidato de acuerdo a su preparación, conocimientos o formación para el puesto que va a ocupar sino los años de servicio al partido.

Pedro Sánchez que prometió acabar con las puertas giratorias sigue con la misma política que sus antecesores, premiando a personas de su confianza.