M. Joan, Tavernes de la Valldigna

Uno de los propietarios y vecinos de un inmueble de la playa de Tavernes de la Valldigna, ha impugnado la asamblea vecinal celebrada este verano al no dejarle hablar en valenciano.

La reacción de muchos asistentes -procedentes sobre todo del centro de España- fue de protesta y, de hecho, se le retiró la palabra al tiempo que se le prohibía hablar en valenciano para comunicarse con el resto de propietarios. La asamblea no tuvo en cuenta la posibilidad de repetir su intervención en castellano, o efectuar una traducción de sus palabras. El vecino presentó un escrito de impugnación de esa asamblea por inculcación de derechos lingüísticos. Según la versión de este ciudadano, el presidente de la Comunidad no quiso aceptar el escrito a pesar de presentarse en castellano.