Imaginación en tiempos de crisis. Eso es lo que ha hecho la comisión de la falla Sant Nicolau-Mosquit, del Grau de Gandia, al haber sido capaz de reunir a los comerciantes con negocios cercanos al lugar donde se planta el monumento con la intención de fomentar el número de afluencia de público, sobre todo turistas, y así poder animar a que consuman en sus locales.

A cambio, una decena de locales comerciales abonarán trescientos euros cada uno con el fin de que la falla pueda disponer de más recursos y contrate un buen monumento. Es, en realidad, una especie de simbiosis, de aprovechamiento mutuo entre falla y negocios de la zona.

José Luis Ferrer, presidente de la falla del Mosquit, se ha mostrado muy satisfecho por la predisposición de los comerciantes de la calle de la Verge, la arteria peatonal junto a la que se planta el monumento fallero.

Hace años que la falla Mosquit se plantaba en la calle Cibeles, junto al paseo de la Rosa dels Vents. El año pasado regresó al que era su emplazamiento habitual, en la calle del Rei, junto a la peatonal de la Verge. Eso hizo que el comercio de la zona notara una mayor fluencia de turistas.

En beneficio mutuo, ahora la comisión ha firmado un convenio con la mayoría de comercios de la zona mediante el que se comprometen a abonar una cuota de 300 euros. A a cambio, los falleros han decidido plantar el monumento junto a la calle de la Verge, una vía que también adornarán. El convenio crea así una falla "por y para el fomento de los comerciantes del Grau", explica el presidente Ferrer, quien reconoce que se ese acuerdo beneficia a las dos partes.

En la misma línea se pronuncia Ana Malonda, representante de los comercios que se han asociado, quien ha confirmado el hecho de que "plantar la falla aquí y disfrutar de los pasacalles, la música, las fallerasÉ todo, ambienta la calle y es un reclamo para los primeros turistas que nos llegan por marzo".

El monumento atrae clientes

La representante de los comercios asociados ha explicado a Levante-EMV que el convenio trata de "crear un compromiso que nos beneficia a todos" dado que el año pasado ya comprobaron que la fiesta y el monumento atrae a más clientes.

Establecimientos como Mimbres Rubio, Fotos Sanchis, Carnicería Castillo, Natural, El baúl de los recuerdos, Comecocos y los bares y restaurantes Bonamar, El Racó de Betty, Rosario, El Mosset o El Peatonal, se han unido al convenio para "fomentar la afluencia de turistas alrededor de los monumentos y de la carpa, dotando a la calle y a los viandantes de un ambiente festivo y lúdico", explican ambas partes. Estos establecimientos suponen más del 50 por ciento de locales abiertos al público de esta céntrica calle del Grau de Gandia.

La parte económica supone que cada comercio que se suma al convenio abona 300 euros al año "en cómodas cuotas de 25 euros al mes". Así, al margen de colaborar directamente con la falla, los comercios adquieren los mismos derechos que cualquier otro fallero asociado.

El presidente del Mosquit, José Luis Ferrer, ha recordado que "el convenio estipula que el dinero que se obtiene se estos patrocinadores va destinado exclusivamente al monumento" dado que es el gran atractivo para los turistas junto con las bandas de música y las falleras.

Comerciantes preguntados por este periódico han señalado que cambia mucho el ambiente de la calle la Verge de tener la falla plantada en la calle del Rei y el ambiente de la carpa a no tenerla, y no dudan en reconocer que llega a ser un atractivo para los turistas y han visto mejoradas sus ventas al tener más ambiente y más afluencia de público.