El Ayuntamiento de Miramar no es de este mundo que corre el riesgo de hacer crack. No sólo sigue presumiendo de una economía saneada, sino que eso le permite, además, darse el lujo de rebajar impuestos e incrementar la inversión, justo lo contrario de lo que están haciendo la práctica totalidad de los ayuntamientos, ahogados por la crisis. Y aún le sobra dinero para destinar casi medio millón de euros para contratar a parados en el paro.

Los presupuestos que acaba de aprobar el consistorio van a ser, a buen seguro, la envidia de muchos dentro y fuera de la comarca. Ascienden a un total de 2,9 millones de euros y reservan una importante cantidad, 450.000 euros, para la creación de empleo. Es el segundo año consecutivo que el Gobierno milamarí apuesta por esta iniciativa; de hecho, para 2011 se llegó a presupuestar aún más: en concreto, 687.000 euros, con las que se contrató a un total de 123 personas a lo largo de todo el año, que sirvieron para reforzar los servicios municipales y realizar tareas de limpieza y mejoras urbanas, principalmente.

Y es que al Ayuntamiento de Miramar parece no haber llegado la crisis, y eso se debe, principalmente, a la gestión económica desarrollada desde hace años, sin estirar más el brazo que la manga ni siquiera en los tiempos de vacas gordas. Si desde el consistorio se puede ahora llevar a cabo "todo este esfuerzo inversor" es "debido a la buena situación de las cuentas municipales", comentaba ayer Asensio Llorca, alcalde de Miramar desde hace ya más de 20 años. Con sus 2.538 habitantes, Miramar se encuentra entre el puñado de pueblos valencianos que mantienen a raya el déficit aun en estos tiempos difíciles, con cero euros de deuda.

Según el primer edil, las cuentas municipales de 2012 "siguen la misma línea de los últimos años, reduciendo diversas partidas de gastos e incrementando las cantidades que se destinan a inversiones, bienestar social y educación". Pero el paro sigue siendo la principal preocupación, por lo que el ayuntamiento seguirá contratando directamente a desempleados siguiendo el espíritu del PactSafor, al que han renunciado ya casi todos los municipios de la comarca.

En el capítulo de impuestos, un año más Miramar rebaja el tipo de la principal vía de ingreso de los ayuntamientos, el IBI, que se reduce del 0,50 al 0,48%. Con ello, el municipio pasa a ser el que tiene el menor tipo impositivo de toda la Comunitat Valenciana.