«Una caja de preservativos, por favor». «No tenemos». «¿Que no os quedan?». «No, es que aquí no vendemos». «¿Por qué?». «El jefe no quiere». «¿Motivos religiosos?». «Sí, bueno ... Ves al estanco, allí seguro que tienen». Esta surrealista conversación se produjo en una farmacia de Picassent hace unos días pero es la respuesta que se encuentran a diario los clientes de esta farmacia cuando piden una simple caja de preservativos.

El motivo de la negativa por parte de este farmacéutico de Picassent a comercializar preservativos son sus convicciones religiosas. Además, argumenta que no está obligado a vender este tipo de productos ya que no se trata de un fármaco y se puede encontrar en otros sitios. La cosa se complica si lo que solicita el cliente es la conocida como píldora del día después. Pese a que desde el 28 de septiembre de 2009 la ley permite adquirir dicho medicamento sin necesidad de receta, en esta farmacia de Picassent no la comercializan, lleve o no receta la persona que la solicita. «No la vendemos porque la gente la usa como un anticonceptivo más», criticó este farmacéutico. «El mismo derecho tiene la gente a comprarla como nosotros a no venderla», alegó haciendo referencia a su «objeción de ciencia». «No creo que su uso sea adecuado y puede resultar a largo plazo muy perjudicial para la salud».

En cambio en esta misma farmacia sí que venden otro tipo de anticonceptivos como la píldora diaria. «Estas pastillas anticonceptivas tienen otras utilidades como regular la menstruación. Pero cuando alguien te pide un preservativo sabes para lo que es», argumentó el farmacéutico.

Una postura similar defiende la Asociación Española de Farmacéuticos Católicos, que aboga por la objeción de conciencia de los profesionales en estos casos. «Cada uno lleva su negocio como considera oportuno», manifestaron sin dar más explicaciones ni detallar el número de farmacias asociadas en la Comunitat Valenciana.

Otros casos en la provincia

Esta farmacia de Picassent no es la única en la provincia, ni mucho menos. Al menos dos farmacias más situadas en Alfafar y Benifaió, propiedad de un mismo farmacéutico, son reacias a vender este tipo de producto. En este caso en concreto el propietario de las farmacias argumenta que no comercializa con preservativos por meros motivos económicos. «Puedes comprar una caja de preservativos en gasolineras y grandes superficies a un precio más económico que aquí», alegó el farmacéutico.

Por su parte, fuentes del Colegio de Farmacéuticos de Valencia explicaron que los preservativos no son medicamentos de tenencia obligatoria y que no tienen constancia de quejas por parte de usuarios a quienes se les ha negado la venta de este producto. «Puede ser que se les haya agotado temporalmente», manifestaron ante lo anecdótico del caso.