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Golpe de suerte

Un vecino de Quart y su perra hallan a una mujer que llevaba 24 horas desaparecida

La víctima, de 72 años, cayó a un pequeño barranco y pasó a la intemperie el temporal del domingo

Un vecino de Quart y su perra hallan a una mujer que llevaba 24 horas desaparecida

La suerte quiso que el lunes Antonio Giménez, un vecino de 58 años de Quart de Poblet, saliese a pasear junto a su perra y se decidiese «a ver cómo iba el río» después de una noche entera de lluvia; la suerte porque el hecho de que cogiese esa ruta fue lo que le salvó la vida a una mujer de 72 años que llevaba 24 horas caída en un pequeño barranco, empapada y aterida de frío tras soportar a la intemperie la tormenta del domingo. Ahora, la mujer, que «casi con toda probabilidad habría muerto de no haberla encontrado ese día», apuntaron ayer fuentes municipales, se recupera en un centro hospitalario.

Pero si a alguien hay que agradecerle el golpe de fortuna no es a Antonio, sino a su perra Lady. «Fue ella quien se dio cuenta de que la mujer estaba allí. Yo ni siquiera la había visto y la verdad es que ni habría mirado de no ser porque el animal insistía y no dejaba de ladrar», cuenta el hombre. Cuando la encontró, en un socavón del terreno situado entre la A-3 y la V-30, la víctima «estaba helada y apenas podía hablar; era como si la hubiesen puesto debajo del grifo del agua fría y, de hecho, creo que ya no le quedaban fuerzas ni para gritar». Tal era su estado que el hombre ni siquiera la reconoció pese a que ambos fueron «vecinos durante 30 años».

Todo comenzó a media mañana del domingo, cuando la mujer salió de casa y, al parecer, se desorientó y ya no supo volver. Según algunas fuentes consultadas por este periódico, la septuagenaria «podría padecer Alzheimer» y habría sido precisamente esa enfermedad la causante de su extravío. Sea como fuere, lo cierto es que su familia pronto la echó de menos y enseguida dio aviso de la desaparición a la Policía Local.

De manera paralela, sus allegados extendieron el asunto por las redes sociales y consiguieron movilizar a algunos vecinos que, desinteresadamente, colaboraron en la búsqueda. Durante la tarde y la noche, los parientes y conocidos de la víctima, así como diferentes patrullas de la Policía Local, se organizaron en grupos para peinar el municipio. Varios agentes rastrearon la zona de Molí d'Animeta, en la que finalmente la encontraron, «pero no llegaron a verla porque era noche cerrada y llovía a mares», destacaron fuentes municipales.

De hecho, uno de los vehículos se atascó por el barro a escasos metros de donde yacía la mujer, «pero ni ella pidió ayuda, ni ellos la vieron», y la septuagenaria tuvo que pasar la noche en el barranco mientras diluviaba y las temperaturas bajaban cada vez más.

Cuando Antonio la encontró «estaba completamente empapada y tirada bajo una higuera que hay en la ladera del arroyo». Pocos minutos después llegó una ambulancia porque «ni los agentes ni yo nos atrevimos a moverla por si le hacíamos más mal que bien». El vehículo de emergencias la trasladó a un centro sanitario en el que actualmente aún se recupera.

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