Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Denuncia

"Si no me pagan, pierdo la casa, el chalé y cinco familias se van al paro"

El bloqueo del céntimo sanitario obliga a la gasolinera de Navarrés a cerrar pese a tener una sentencia favorable

"Si no me pagan, pierdo la casa, el chalé y cinco familias se van al paro"

José Ros se debate entre la desesperación, la rabia y la impotencia mientras observa cómo el negocio familiar que levantó hace 44 años se desmorona. Una cuantiosa multa de la Agencia Tributaria compromete el presente de la gasolinera que preside la entrada de Navarrés, embargada cautelarmente por Hacienda. El empresario, que la ha tenido que poner en venta, se remonta a 2011 para explicar el origen del mal. Fue entonces cuando Hermanos Ros, SL „la firma que gestiona el establecimiento y que ahora administra su hijo José„ inició una cruzada para reclamar a la administración la devolución del impuesto conocido como «céntimo sanitario».

En primera instancia, el tribunal económico-administrativo regional rechazó la petición. Pero en octubre de 2014 obró el milagro. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) estimó el recurso de la gasolinera y reconoció el derecho de la empresa al reintegro de 97.000 euros abonados mediante autoliquidación del impuesto en los ejercicios 2007 y 2008. La sentencia, que se ampara en la jurisprudencia dictada por la Unión Europea, impuso las costas del proceso a la administración demandada. El fallo devino en firme y no admitía recurso, por lo que la mercantil celebró la noticia rebajando 4 céntimos el precio de los carburantes.

El ingreso, sin embargo, aún no se ha materializado. En su lugar, José Ros y su hijo recibieron hace escasos días una notificación que todavía no terminan de creerse. El Abogado del Estado, en representación de la Agencia Tributaria, planteó el 19 de enero un recurso a la ejecución de sentencia que ha paralizado el cobro, al ser estimado por la misma sala del TSJ que hace apenas 5 meses dio la razón a la gasolinera de Navarrés. La gasolinera de Navarrés es una de las primeras que plantó cara en los tribunales al impuesto antes de que Europa lo declarara ilegal. Se calcula que apenas un 10% de establecimientos en España han seguido sus pasos. José Ros padre no cree casual que, a los pocos meses de iniciar la reclamación, Hacienda se personara para efectuar una inspección que tilda de inédita en sus 50 años como gasolinero y que ha desembocado en una multa de más de 160.000 euros.

«Si no pagan, perderé la casa y el chalé y 5 familias se irán al paro», expone abatido Ros, que ha dejado a su hijo al frente del negocio que abrió en 1971. El empresario teme lo peor: «Me voy a quedar en la calle después de 60 años echando gasolina», sostiene.

Compartir el artículo

stats