«Nos gustaría seguir el legado de nuestro padre». Manuel, hijo de Joaquín Mínguez, el agricultor coleccionista de tractores que falleció el domingo al volcar uno de sus vehículos, manifestó ayer a Levante-EMV que está dispuesto a que no se pierda el producto de una afición de 60 años. «No sabemos todavía lo que vamos a hacer, pero el deseo de la familia es que se cree un museo en Villar del Arzobispo para reunir todos los tractores de mi padre o que una fundación se hiciera cargo de éllos», afirma uno de los tres primogénitos.
En declaraciones a Efe, la alcaldesa de la localidad en funciones, Carmen Porter (PP), reconoció que la afición de Mínguez era ampliamente conocida en la localidad y que su esfuerzo coleccionista era apoyado por su familia. «No sabemos qué pasará con la colección, porque es enorme. Nos hubiese gustado hacer un museo, como el mismo Joaquín nos propuso alguna vez», señaló, pero descartó que el consistorio asuma el proyecto por la falta de medios económicos. «No hemos podido recoger ese guante. La colección „que actualmente se encuentra repartida en varias naves industriales„ es inmensa, pero no tenemos dónde meterla», lamentó la regidora.
La colección reúne en varias naves industriales 136 tractores. Manuel Mínguez relató ayer que su padre le confesó que cuando muriera «no debía perderse la colección. Quedamos tres hijos „dos murieron hace unos años„ y vamos a ver que sucede. Era su pasión, vivía para los tractores y para el campo. Era muy trabajador, incluso limpiaba caminos y campos que ni eran suyos. Era un hombre que no obligó nunca a sus hijos a dedicarse al campo, a su devoción, nos dio libertad para hacer lo que quisimos».
Por eso la familia desea que no se pierda «lo que a mi padre tanto tiempo le costó. No miraba horas ni dinero, era su afición y sus hijos no queremos que se eche por la borda tanto esfuerzo».
