El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha ordenado el cierre inmediato de dos de las tres canteras que actualmente operan en la localidad. La licencia de actividad de ambas había expirado y, pese a que las mercantiles afectadas habían solicitado prorrogarla, el consistorio ha anunciado que no lo hará tras obtener dos informes municipales en los que desaconseja la prolongación del contrato por «cuestiones ambientales y múltiples molestias hacia los vecinos».
Según el ayuntamiento, las dos empresas, Cemex y Corporación Túria Cementval, llevaban funcionando desde hace casi 25 años y en ese período han extraído más de 83 millones de toneladas de tierra y áridos en un radio de actuación de dos kilómetros cuadrados.
El último convenio entre el consistorio y las compañías se suscribió en 2004, y fijaba el cese de las extracciones el pasado 31 de diciembre, además de que exigía a las mercantiles una serie de aportaciones económicas para financiar infraestructuras que permitan amortiguar el impacto ambiental.
Ahora, las empresas habían solicitado prolongar la actividad hasta 2024 o hasta el agotamiento del material. Sin embargo, el gobierno local se ha negado a ello porque dos informes del técnico de Medio Ambiente y del secretario municipal lo desaconsejan.
En uno de ellos, la Dirección General de Evaluación Ambiental, dependiente de la Generalitat Valenciana, alerta de que una ampliación del perímetro de actuación de las canteras repercutiría directamente sobre el entorno y «toda la vegetación existente en la zona desaparecería», y añade que los montes del entorno paisajístico de esa área se caracterizan por una presencia notable de vegetación arbustiva, una importante masa forestal y diversas especies autóctonas que podrían desaparecer también si continúa la actividad extractora, según aseguran desde el ayuntamiento.
El concejal de Medio Ambiente de Riba-roja, José Ángel Hernández, afirmó que la decisión de denegar una prórroga «está avalada por los informes de los técnicos municipales y representa una reivindicación histórica de los vecinos de la zona afectada, que han tenido que soportar muchas molestias por el paso de camiones y la explosión de barrenos continuos en las canteras».
