El alcalde de Chiva, Emilio Morales, de Compromís, ha presentado una alegación al presupuesto del Consorcio de Valencia Interior (CVI) en la que demanda que el presidente de este órgano supracomarcal deje de cobrar por su dedicación al cargo. Según se aprobó en diciembre de 2015, dentro de los presupuestos generales de este ente que gestiona el tratamiento de las basuras de 5 comarcas valencianas, el presidente del CVI , el socialista Manolo Civera „a la sazón alcalde de Llíria„ cobra 33.582,12 euros anuales con una dedicación de media jornada. El CVI tiene un presupuesto de 19, 9 millones de euros, con un superávit previsto para 2016 de cerca de 1,5 millones.
La petición del alcalde de Chiva se justifica, según el escrito presentado por el propio Morales, porque esos cerca de 33.600 euros suponen «un gasto totalmente desproporcionado e injustificado», que en sí mismo representa «el 20% de todos los costes de personal» del consorcio. En el resto de consorcios valencianos de gestión de residuos, añade el dirigente de Compromís, «alguno de ellos con mayor volumen y presupuesto, no hay ningún cargo político, ni alto cargo de la administración con dedicación total o parcial». Esta alegación deberá votarse en la asamblea del próximo miércoles, en la que están representados los 61 municipios de la Hoya de Buñol-Chiva, Utiel-Requena, Rincón de Ademuz, los Serranos y el Camp de Túria. Los 61 alcaldes o concejales con derecho a voto más los representantes de la Generalitat y la Diputación deberán decidir si estiman esta alegación. Si así fuera, entonces se quitaría esa retribución a Civera y se reajustaría el presupuesto, que ya fue aprobado en diciembre casi por unanimidad de la referida asamblea con el citado sueldo para la presidencia.
Cabe recordar que Manolo Civera, funcionario en excedencia de la Generalitat, no cobra por ser alcalde de Llíria. Por tanto el único sueldo que percibe al día de hoy por ejercer la función pública es el del CVI, cuya presidencia alterna con la vara de mando de la capital del Camp de Túria.
En opinión de Manolo Civera, esta alegación al presupuesto, «tiene una lectura política y se debe a la ruptura en Llíria, hace unos meses, del gobierno local, entre Compromís y el PSOE, mi partido». Esta petición planteada por un alcalde de Compromís, «está auspiciada por el portavoz de esta formación en Llíria y diputado autonómico Paco García». «Sólo busca desgastarme personalmente obviando que fui elegido casi por unanimidad de todos los representantes del consorcio como presidente y que el CVI tiene un funcionamiento modélico y es uno de los mejores de la Comunitat Valenciana», señaló. La representación en la asamblea está dividida por pueblos, no por partidos políticos, sin embargo son mayoría los municipios gobernados por PSOE y PP. Civera dijo «estar tranquilo» con vistas al miércoles: «He estado recientemente con alcaldes del PP y con representantes de la Generalitat y no me han comunicado que vaya a prosperar la alegación, pero en todo caso, la presidencia siempre es un cargo a disposición de la voluntad de la asamblea».
Es más, según avanza el también alcalde de Llíria, su criterio precisamente es que en un futuro sea el representante de la Diputación de Valencia quien asuma la presidencia del CVI si como quiere la Generalitat, la administración provincial adquiere un mayor peso orgánico y administrativo en este ente supracomarcal. Ello pasaría porque la Diputación „que aún no se ha definido„ se implicase también con sus técnicos en el día a día administrativo y organizativo del CVI.
Desde el principio de mandato, Civera tenía previsto no liberarse en el consistorio de Llíria, para no gravar las cuentas locales con un sueldo más. También en el PSOE de Llíria confiaban en que Civera fuera designado diputado provincial, cargo por el que también tendría un sueldo. Sin embargo, finalmente, fue Mercedes Berenguer, de l'Eliana, quien accedió al cargo de diputada provincial, avalada por el mayor peso político de Josep Mª Àngel en Blanqueries.
