Los incendios han vuelto a golpear a Riba-roja de Túria, que el lunes sufrió de nuevo la amenaza de las llamas en el Barranc dels Moros, uno de los siete barrancos que rodean el núcleo urbano, junto al Barranc de la Cabrasa, Porxinos, Mandor, Las Monjas, la Pedrera y Pozalet y Poyo, en el Polígono Industrial. De nuevo, tal como afirma el alcalde Robert Raga, «la suciedad y la falta de limpieza han convertido en un auténtico polvorín los cauces, a lo que se une la proliferación de parcelas privadas en estado de abandono que suponen un creciente peligro en caso de incendio dada la cercanía de los barrancos a urbanizaciones, áreas residenciales y viviendas, tanto en aquellos que cruzan el casco urbano de Riba-roja de Túria como en los ubicados en el exterior del mismo».

El incendio, cuyas causas se desconocen «aunque todo indica que podría ser intencionado», se declaró alrededor de las 19 horas y en las labores de extinción intervinieron dos hidroaviones del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, dos autobombas, una brigada forestal y un oficial. «La rápida actuación evitó daños mayores, ya que la proximidad a las viviendas obligó incluso a desalojar a varios vecinos de la zona», subrayó Raga. «Ante la inoperancia de la Confederación Hidrográfica del Júcar», indicó el alcalde socialista, el ayuntamiento tras «haber requerido en innumerables ocasiones su actuación para evitar sucesos como el ocurrido el lunes», el equipo de gobierno „formado por PSPV, Compromís y EU„ «trasladará a la Fiscalía de Medio Ambiente, el peligro existente así como la inactividad del CHJ». «No vamos a consentir que por la dejadez de la administración central tengamos que lamentar algún daño personal», matizó Raga.

El gobierno del tripartito articulará «todos los mecanismos que estén a nuestro alcance para limpiar los barrancos en el caso de que la CHJ no lo haga». En este sentido, «el consistorio elaborará un Plan de Emergencias contra Incendios Municipal (PCIM), en coordinación con las concejalías de Policía, Urbanismo, Medio Ambiente, Urbanizaciones, que recoja un informe pormenorizado de la situación de cada barranco y priorice un calendario de actuaciones». Por último, «notificará de manera urgente a los propietarios de las parcelas privadas para que las limpien de forma inmediata».