El Ayuntamiento de Chiva ha licitado la redacción del proyecto de construcción de una tubería de unos 22 kilómetros, que unirá el pozo actual del Polígono La Pahílla con Calicanto, y por lo tanto con el resto de urbanizaciones. El coste de la redacción del proyecto es de 30.000 euros. La construcción de esta tubería permitiría abastecer a todos los núcleos de población de Chiva de agua potable apta para el consumo humano, ya que desde Calicanto parten ramales a todos los núcleos de población a los que se abastece de agua.
?De esta forma se tendrá todo listo para poder licitar y adjudicar, con la financiación adecuada, una obra valorada en 3,6 millones de euros aproximadamente con un plazo de ejecución aproximado de 8 meses.
El alcalde de Chiva, Emilio Morales, ha asegurado que «tenemos un compromiso de Generalitat de financiar el 50% de esa obra, por lo que somos optimistas sobre un proyecto absolutamente necesario para Chiva y que nos permitirá acabar con más de medio siglo sin poder ofrecer agua potable los 365 días del año al cien por cien de los vecinos del municipio».
?Esta tubería que conectaría un pozo actual con el resto de núcleos de población fuera del casco urbano de Chiva es un proyecto independiente del nuevo pozo que se pretende explotar en la ´Partida Ballesteros´.
?Los trámites para este pozo continúan su ritmo, y supondrá una solución a largo plazo para el agua potable complementaría a la tubería desde el pozo de ´La Pahílla´. En noviembre se cumplieron los trámites administrativos para la reserva de 1 hectómetro cúbico de agua de este pozo, cuya viabilidad es a más largo plazo. El consistorio de Chiva está realizando un proyecto valorado económicamente de lo que costará construir la infraestructura desde que esté en marcha el pozo hasta la conexión actual con la red de agua potable.
Zona problemática
Cabe recordar que la zona que conectará con Chiva sufre problemas con el agua, relacionados con la calidad de la misma o los derivados de las restricciones en el suministros. Por ejemplo, en el pasado mes de noviembre, el ayuntamiento comunicó a la Urbanización El Bosque que el agua que consumen las 1.000 familias que viven en esta zona residencial no es apta para el consumo de las mujeres embarazadas ni para los lactantes, y tampoco para ser utilizada en la elaboración de alimentos infantiles como papillas o leches de continuación.
Un problema recurrente puesto que en mayo de 2017 el consistorio calificó la zona de abastecimiento de Calicanto como agua no recomendada para el consumo por exceso de concentración de nitratos.
