La localidad de Tuéjar se calza las zapatillas deportivas y prepara su mochila de exploración para acudir a una cita turística de primer nivel: la nueva Ruta del Azud. Este recorrido, presentado oficialmente el pasado domingo, une los más bellos parajes del municipio con sus riquezas culturales y patrimoniales más emblemáticas.

Pinturas rupestres, una presa de la época romana, un magnífico nevero restaurado, rincones de exhuberante naturaleza y aguas cristalinas son protagonistas de un viaje de 15,2 kilómetros que, durante su inauguración, ya transitaron medio centenar de personas entre vecinos y visitantes. La creación de este itinerario se enmarca dentro del Plan de Competitividad Turística de la Mancomunidad del Alto Turia y ha contado con el apoyo del Patronato Provincial de Turismo de Valencia, la Agencia de Turismo.

Durante la cita inaugural de esta nueva ruta se adaptó el recorrido a una distancia menor para facilitar la participación de todos los asistentes. Junto a ellos caminaron el alcalde de la localidad, Javier Oltra, Carmen Sales, teniente de alcalde de Tuéjar, María Zúñiga, gerente del Plan de Competitividad Turística de la Mancomunidad del Alto Turia y técnicos de la Cooperativa Satur, responsable de la ambientación de distintos puntos de la ruta.

La Ruta del Azud supone un gran recurso turístico que consolida este municipio serrano como uno de los destinos de interior más destacados de la provincia. Su itinerario ha sido diseñado para que los más aventureros conozcan la cultura e historia de la localidad mientras disfrutan de lugares singulares repletos de belleza. Además, en palabras de Zúñiga, «estos recursos turísticos suponen un empujón para los comercios y establecimientos hosteleros de la localidad».

Puntos emblemáticos

Este itinerario por los rincones más pintorescos e interesantes de Tuéjar está salpicado por hitos de gran valor cultural y natural. Algunos de los puntos más destacados son:

Ermita de la Purísima: Inicio y fin de la ruta. Dedicada a la Purísima Concepción, patrona del pueblo, la hermosa imagen de la Inmaculada -de la que se conserva una fiel reproducción- está rodeada de leyendas locales. Según la tradición fue hecha por unos misteriosos peregrinos que llegaron al pueblo de no se sabe dónde y que, acogidos en una casa por caridad, se encerraron en un cuarto. Al alba, en la habitación donde habían dormido apareció la imagen, y ellos desaparecieron con tanto misterio como habían llegado. Otra historia cuenta que durante la dominación árabe los cristianos la escondieron en la cueva de Tudela, donde quedaron estampadas sus huellas en la roca. Desde entonces pasó a llamarse Cueva de la Virgen.

Fuente del Saz: Su frondosa vegetación y la abundancia de agua convierten este lugar en un paraíso donde disfrutar de la naturaleza. El río forma varias pozas de poca profundidad a modo de piscinas naturales, lo que convierte la zona en un lugar inmejorable para refrescarse en verano. Una pequeña torre se distingue camuflada entre la naturaleza: es el Molino Duque, construido para producir harina en el siglo XVIII y convertido en central hidroeléctrica en 1913 para traer luz a Tuéjar.

Presa romana: Con sus más de 2.000 años de antigüedad, está considerado uno de los más relevantes de España. Es el origen del reconocido Acueducto de Peña Cortada, declarado Bien de Interés Cultural y catalogado como la obra de ingeniería romana más importante de la provincia. En la actualidad, buena parte de la huerta de Tuéjar y otros municipios todavía se riegan con el agua de esta presa. Sus restos han sido objeto de numerosos estudios e hipótesis sobre el destino final de sus aguas.

El Azud: Destaca por su frondosa vegetación y sus aguas cristalinas, y está considerada como una de las zonas recreativas más hermosas de la Comunitat Valenciana. El nacimiento del río forma una preciosa laguna conocida como «El Pozo de las Escaleras» cuyas aguas se mantienen todo el año a una temperatura constante de 18 °C.

Este paraje contiene especies como sauces, chopos, fresnos, sabinas y álamos y alberga especies protegidas como el águila real, águila perdicera o el búho real. Tuéjar es un paraíso adorado por aves como alimoches, zorzales, buitres leonados o gavilanes.

El Nevero: Este es un pequeño tesoro de época preindustrial, un antiguo nevero cuidadosamente restaurado. Estas construcciones estaban destinadas a almacenar nieve para la posterior extracción de hielo en las épocas más cálidas. Los neveros, que ya se utilizaban en la época de los romanos , fueron de gran utilidad hasta la aparición de los frigoríficos domésticos. El hielo no solo se empleaba como conservador de alimentos, sino también para fines terapéuticos y medicinales.

Pinturas rupestres de los Corrales de Silla: Una lección viva de historia que dejará con la boca abierta a grandes y pequeños. Este punto del itinerario alberga múltiples representaciones prehistóricas, todas pintadas en rojo. En tres oquedades de un acantilado de 15 metros de altura se encuentran representaciones de diversas figuras y animales.

En el primer abrigo, el de mayor altura, se puede observar una gran figura humana acompañada de una cierva, conservándose íntegra la segunda. Bajo esta hay un ciervo de difícil visión y otra figura animal aún no identificada.

El segundo abrigo es de mayores proporciones, con 25 metros de longitud y fuerte desnivel. Aquí se puede distinguir una pequeña cabra completa, la testuz y cornamenta de otra, así como manchas de otras muchas figuras.

Las pinturas del tercer abrigo fueron descubiertas por los niños del colegio en 1986. Es el que contiene el mayor número de figuras, todas ellas representando cazadores o guerreros en actitudes variadas. Se distinguen con claridad cinco de ellos, provistos de su arco y flechas, dos más imperfectos y restos de otras figuraciones.

Molino Marco: En el exterior del casco urbano pueden encontrarse varios molinos hidráulicos junto al río, que discurre entre elevados escalones rocosos, pero el que más resalta es el citado por su estado de conservación.

Un paraje por saborear

Tuéjar es rico en recursos históricos y naturales, pero también gastronómicos. Entre sus platos estrella destacan los gazpachos tuejanos, la olla, las gachas, las migas y sabrosos embutidos que convierten la localidad en una parada imprescindible para unas deliciosas y aventureras vacaciones.