El próximo 1 de enero se va a producir una muy buena noticia para los conductores de la Safor pero, en ese mismo momento, sucede también una mala, cuanto no pésima, consecuencia para la hacienda de ocho ayuntamientos de la comarca.

Porque el primer día de 2020, y después de más de cuarenta años de pagar peaje, la autopista AP-7 va a ser gratuita y pasa a gestión directa del Ministerio de Fomento, pero la empresa Abertis, que ya no va a hacer negocio por el tráfico que discurre por esa vía, tampoco pagará el correspondiente Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los ayuntamientos cuyos términos están atravesados por esa importante infraestructura. En la Safor, y siguiendo la dirección norte-sur, esos municipios son Tavernes de la Valldigna, Xeraco, Xeresa, Gandia, el Real de Gandia, Almoines, la Font d'en Carròs y Oliva.

Este último será el municipio más afectado. Por ello ha sido el primero en ponerse en movimiento para que ese descenso en sus ingresos ordinarios sea paulatino y permita a los ayuntamientos afectados «adaptarse» a la situación.

La vicealcaldesa de la ciudad y delegada de Hacienda, Ana Morell, ya ha hablado con el responsable de Hacienda de la Diputació de València, Vicent Mascarell, para que el ente provincial estudie alguna medida de compensación que se produzca durante los primeros años. Aunque se trata de algo muy incipiente, una de las posibilidades sería que, el año que viene, la diputación trasfiriera la totalidad del IBI de la autopista a los ayuntamientos de toda la provincia. Después, sucesivamente, pagaría el 75 %, el 50 % y el 25 % de la cuantía dejada de percibir. A partir del cuarto año, en este caso 2024, finalizaría ese programa de «adaptación» de los municipios afectados.

En la mayoría de casos el IBI no es poca cosa. Oliva, por cuyo término se produce el trazado más largo de la AP-7, ingresa nada menos que 351.000 euros al año por ese concepto. Le sigue Tavernes de la Valldigna, con el segundo mayor recorrido de la autopista, que ingresa la tampoco desdeñable cifra de 242.000 euros al año. Gandia con 151.000, Xeresa con 66.000, la Font d'en Carròs con 65.000 y el Real de Gandia con 53.000 le siguen en una relación que cierra el Ayuntamiento de Almoines, con el trazado más corto de la comarca, que ingresa 17.525 euros al año.

Varios de los alcaldes con los que ha podido hablar este periódico reconocían que, sin ser una catástrofe, y siempre teniendo en cuenta que son partidarios de la gratuidad de la autopista, la anulación del IBI de la AP-7 obligará a algún tipo de recorte presupuestario, especialmente a la hora de hacer una inversión.

Por poner el ejemplo del municipio más afectado, en los cuatro ejercicios de esta legislatura que se acaba de estrenar Oliva dejará de ingresar 1,4 millones de euros, un dinero que, en un programa de actuaciones financiadas a partes iguales con otra administración, habría permitido ejecutar obras por valor de 2,4 millones.