En medio de la crisis del coronavirus, un ciudadano de Gandia que había alquilado un apartamento en la playa a una pareja de estadounidenses tuvo que gestionar su traslado al aeropuerto de Manises para que emprendieran viaje de regreso antes de lo previsto. Para ello concertó dos taxis, uno por cada viajero, como es obligado ahora, nada menos que con tres días de antelación. Pero apenas un cuarto de hora antes del momento en que tenían que recogerlos, a las 6 de la mañana, una llamada le informó de que «no había taxis disponibles».
«Me dijeron que llamara a la cooperativa de taxis de la Safor, o algo así», narra el afectado, quien lamenta que ni siquiera le dieron un teléfono alternativo. Lo peor es que todo eso ocurría sin margen de tiempo. Había que salir ya y, para evitar el desastre de la pérdida de los billetes a Chicago, se armó de valor y, con su propio coche, metidos los tres pesar de la obligación de guardar distancias entre personas, se desplazó a Manises. Llegaron sin problemas y regresó a Gandia, donde horas después recibió la comunicación de que la pareja de amigos había conseguido su objetivo y estaba ya en los Estados Unidos.
Otro ciudadano que el martes pasado se desplazó a eso de las 12.30 de la noche al hospital de Gandia por un accidente doméstico sufrido por su madre ya fue advertido, antes de bajar, de que «de 2 a 4 de la noche no había servicio de taxi». Eso, añade, sin recibir más explicaciones. A las 3.30, cuando ya pudo salir con salir con su madre, probó llamar, pero del otro lado del teléfono se escuchó una voz: «No hay servicio». Suerte que la médico que atendió a su madre le informó que un taxi-furgoneta iba a pasar para llevar a un viajero a la playa, lo que permitió aprovecharlo para dejar a la mujer en la avenida de la República Argentina de Gandia y, después, seguir ruta hacia la playa.
Son solo dos de los varios testimonios que ha recibido este periódico en pocos días sobre el deficiente servicio del taxi que se produce en Gandia.
Estas deficiencias tampoco son nuevas, aunque cobran importancia por el momento que se vive, en pleno estado de alarma. En fines de semana es habitual que quienes llaman de madrugada, muchos porque salen de locales de ocio, tengan que esperar largo rato, e incluso que no encuentren quien les lleve a su destino.
En ese contexto se produce, por primera vez con la aprobación del Ayuntamiento de Gandia y de la Mancomunitat de Municipis de la Safor, la petición para que toda la comarca sea considerada, en periodos especiales, y al menos durante todo el verano, como un Área de Prestación Conjunta, similar al área metropolitana que opera en València.
Así, cualquiera de los taxis con licencia en los municipios de la Safor podría atender, sin limitaciones territoriales, a los usuarios. Además del Ayuntamiento de Gandia y de la Mancomunitat de la Safor, la petición ha sido expresada por los taxistas que tienen licencia en todos municipios, excepto Gandia, y por entidades relacionadas con el turismo, como Destí Safor, que agrupa a hosteleros de la comarca.
