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Memoria histórica

Xàbia se sacude los últimos símbolos franquistas

El ayuntamiento contrata por 19.500 euros a un experto "tosquero" que retirará de una pieza los escudos preconstitucionales de la "Creu Coberta"

La «Creu coberta» y, en el baldaquino, el yugo y las fechas de la Falange. a. p. f.

Labrados en piedra tosca y resistentes a 43 años de democracia. Los tres escudos franquistas de piedra tosca de la Creu Coberta de Xàbia tienen ya los días contados. El municipio por fin acabará los deberes y cumplirá al pie de la letra la Ley de Memoria Histórica. Eso sí, el estado de alarma por la epidemia del coronavirus y la suspensión de las obras públicas todavía darán algún mes de «gracia» a estos símbolos de la dictadura.

El ayuntamiento ha adjudicado por 19.432 euros al tosquero Pedro Cholbi las obras de restauración de la Creu Coberta, situada en la plazoleta del Trinquet, en pleno centro histórico. Los trabajos, que tienen su complejidad ya que hay que montar un andamio y retirar de una pieza los escudos, se prolongarán durante un mes.

Los escudos se descolgarán de un baldaquino que tiene su interés artístico. Es de estilo neogótico y lo cinceló el maestro tosquero Vicent Bisquert Riera, Vicent de Gràcia. Estos tres blasones son el del yugo y las flechas de la Falange, el del Águila de San Juan y el de la preconstitucional de la provincia de Alicante (aparecen el yugo y las flechas). Estos símbolos de tosca se guardarán en un almacén. Allí reposa también otro Águila de San Juan de piedra tosca que se retiró hace unos 15 años de una de las paredes exteriores del Mercat Municipal.

La Creu Coberta, despojada de esa impronta franquista, lucirá como una de las obras más destacadas de Vicent de Gràcia, que también esculpió los altares neogóticos de la iglesia fortaleza de Sant Bertomeu.

Este tosquero se deba mucha maña con la escultura. Mariano Navarro Rubio, el ministro de Franco que se construyó un chalé en el dominio público de la Punta de l'Arenal de Xàbia y sobre un yacimiento de época romana, le encargó que tallase capiteles clásicos. Son tan perfectos que hoy es difícil distinguir que son espurios.

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