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Patrimonio

Los Silos quiere 'recuperar' su aljibe

Amics de les Sitges pide que se rotule la zona que en su día albergó el depósito de agua junto a los almacenes de grano

Zona donde se hallaba el aljibe, con el pórtico tapiado. V. ruiz sancho

Dicen que de las cosas, al final, «solamente» queda el nombre. Pero cada palabra, si no cae en el olvido, puede evocar parte importante de la historia de una sociedad y proyectar una valiosa imagen de cara a futuras generaciones. Desde el último tercio del siglo XVI hasta bien entrado el siglo XX, vecinos y visitantes de Burjassot podían ver adosada a una de las fachadas del «embarronat» derecho de los Silos, la contigua al muro noreste del monumento, una edificación de base cuadrangular. Era el aljibe de lo que fue el granero de València.

A comienzos de los años 30 de la pasada centuria la alberca desapareció. Fue justo en el momento que en la referida zona -ubicada en lo alto de una de las colinas de Burjassot- se estaba haciendo una nueva calle para el municipio. Actualmente, con el rótulo de Paseo de Concepción Arenal, esta vía constituye el bulevar más importante de la ciudad.

Aquella actuación urbanística supuso nivelar el terreno, que en la parte anexa a la muralla y al almacén de superficie -el «embarronat»- del conjunto arquitectónico se rebajó en unos dos metros.

Se trata de la misma altura que ahora alcanza el prisma triangular construido en la actual remodelación de los Silos para remedar aquel rebaje de suelo que dejó «descalzos» los cimientos del muro y de la fachada del almacén. Antes de proceder a la nivelación, el terreno adosado a ambos elementos actuaba como contrafuerte natural. En el caso de la pared del «embarronat», también servía como refuerzo el depósito de agua que aquella actuación de los años 30 se llevó por delante.

Ampliación del granero

La construcción del aljibe está enmarcada en unas obras de ampliación del granero comprendidas entre los años 1578 y 1591. Entre otros trabajos, que incluían la seguridad de la infraestructura con el levantamiento de una muralla, los Jurados del Cap i Casal -el actual ayuntamiento- decidieron excavar nuevos depósitos de grano en la loma de Burjassot y la edificación de una cisterna. Buena parte de la albañilería de estos trabajos corrió a cargo del maestro de obras Agostí Roca. En el caso del aljibe, destinado a recoger las aguas pluviales y elemento necesario para cubrir los servicios y labores que habían de desarrollarse en las instalaciones, la obra arrancó en noviembre de 1582.

Pocos años antes de construir la alberca, junto a la ermita de Sant Roc -santuario que vio nacer los Silos y tantos otros emblemas de Burjassot-, se levantaron los dos «embarronats» de la explanada del granero que, a día de hoy, todavía se conservan. Como relata la historiadora Sonia Cano en su estudio «Los Silos de Burjassot», le solicitaron al entonces señor de la localidad, Bernat Simó, la «construcción de unos almacenes» de superficie que facilitaran la gestión de la venta o la carga y descarga de grano, entre otros menesteres. Sin embargo, al parecer, el principal motivo de su edificación fue «evitar que se almacenara trigo en la ermita, abierta al culto, lo que molestaba a los feligreses».

Según Cano, «se desconoce quiénes fueron los creadores de dichos almacenes»; pero «se puede atribuir la obra de sillería a Miguel Porcar, cantero que estaba trabajando en la talla y colocación de boqueras y tapaderas de los silos». En cuanto a la instalación del techo de madera, las puertas y las ventanas de los «embarronats» -también denominados «botigas»-, se le encargó a Esteve Ravanals.

La obra de Agostí Roca

Posteriormente, el aljibe -cuya obra se adjudicó a Agostí Roca- se ubicó en el lado noreste del almacén que queda a la derecha de la ermita. Hoy, desde el paseo Concepción Arenal aún es bien visible, aunque está tapiado, el pórtico del «embarronat» que daba al ya desaparecido depósito de agua.

Entre las reivindicaciones de la asociación Amics i Amigues de les Sitges -entidad de referencia en cuanto al impulso de las actuaciones necesarias para la conservación, difusión y puesta en valor del monumento-, figura «la señalización de la zona donde se hallaba el aljibe». Desde esta asociación piden a las administraciones implicadas en la actual rehabilitación de los Silos un lugar para la histórica alberca. Obviamente, una reproducción del aljibe ahora es imposible, pues bajo el portal donde se encontraba se levanta un contrafuerte para asegurar la estabilidad del edificio del «embarronat»; sin embargo, sí podría resplandecer su nombre: el aljibe.

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