La pandemia del coronavirus frenó de forma súbita la vida de los ciudadanos durante casi tres meses. También todos los niveles de la Administración Pública se vieron obligados a paralizar toda la gestión diaria para dedicar los recursos existentes a la lucha contra la crisis sanitaria. Con esto, parece claro que muchos proyectos se van a resentir, van a sufrir o ya están sufriendo una ralentización. Ante esta escenario, en Gandia rápidamente pusieron el punto de mira hacia el gran solar de Roís de Corella que debe acoger el nuevo Centro de Salud Integral. Se temía que este frenazo también afectara al proyecto.
Sin embargo, la Conselleria de Sanidad ha lanzado al gobierno gandiense un mensaje de tranquilidad. El proceso para la futura construcción del espacio sanitario no solo no se ha parado, sino que las obras podrían adjudicarse en las próximas semanas, según la información que recibió la concejala de Sanidad, Liduvina Gil, que la pasada semana se puso en contacto con miembros de la conselleria para conocer la situación.
Trece empresas han presentado oferta para llevar a cabo las obras de construcción de este espacio, que espera revitalice un barrio que quedó adormecido tras el cierre del viejo hospital Roís de Corella.
En estos momentos, los técnicos de la conselleria están estudiando las ofertas presentadas por las empresas y se espera que la adjudicación se lleve a cabo en el mes de julio. Eso significa que, si no hay ninguna reclamación, como a veces ocurre en este tipo de procedimientos administrativos, las obras podrían empezar entre septiembre y octubre próximo, con la lógica demora que genera la presentación de documentación de la empresa que salga elegida, la firma del contrato y demás burocracia.
El Centro de Salud Integral de Roís de Corella supondrá un coste para la Conselleria de Sanitat de unos 18 millones de euros. Este proyecto supone la obra más importante que el departamento que dirige Ana Barceló llevará a cabo en la Safor después del hospital Francesc de Borja. Para Gandia, de hecho, se trata de una obra capital, ya que se espera que con la puesta en marcha de este servicio vuelva el trasiego de gente a un barrio que quedó muy tocado con el cierre del antiguo centro hospitalario y que puede ver como en los próximos años, además, pierde también otro espacio que genera movimiento como son los juzgados.
Un espacio para toda la comarca
El nuevo complejo incluirá un centro de salud integrado con una superficie de 6.935 metros cuadrados, un centro de atención primaria con urgencias y unidades de apoyo (sexual y reproductiva, conductas adictivas y odontopediatría). También dispondrá de un centro de atención especializada con distintos servicios como la atención a la mujer, trabajo social y cirugía menor ambulatoria, un centro de rehabilitación integral ambulatoria, una unidad de atención de daño cerebral adquirido y enfermedades neurodegenerativas, así como un centro de salud mental con unidad de salud mental de adultos, infantil y hospital de día. Estos servicios atenderán a todo el departamento de salud de la Safor. Las nuevas instalaciones contarán con un centro de salud pública y albergarán un área de vigilancia de la salud, un área de seguridad alimentaria y un área de promoción de la salud.
