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Una montaña salvada de la especulación con código QR

Una senda interactiva descubre el potencial como aula de naturaleza de un paraje que Faura y Benifairó estuvieron a punto de perder

Uno de los carteles identificativos colocados. daniel tortajada

El «pulmón verde» de Faura y Benifairó de les Valls se ha convertido en un espacio interactivo. La montaña de La Rodana, que hace 37 años sufrió un devastador incendio y luego fue salvada de la especulación urbanística por un movimiento ciudadano, luce ahora como un aula de naturaleza abierta, gracias a una iniciativa impulsada por el Centre Excursionista La Vall de Segó a la que el Ayuntamiento de Faura ha logrado dar forma.

A lo largo de dos kilómetros, el sendero que conecta el núcleo urbano con La Rodana se ha señalizado y permite descubrir, reconocer o mejorar el conocimiento de las especies que poblan este monte que los dos ayuntamientos quieren proteger como paraje natural municipal, como ya solicitaron a la conselleria en 2019.

A través de paneles explicativos con códigos QR, los caminantes pueden acercarse al paisaje natural de les Valls. Identificar especies como la coscolla, l’ espart, l’espí negre, el garrofer, el ginebre, el llentiscle, el margalló, l’olivera, el pi blanc o el romero es así mucho más fácil ya que el visitante encuentra imágenes, definición de sus propiedades además de otras singularidades en el momento que pasea junto a ellas con lo cual podrá oler, visualizar e incluso contrastar texturas. «Los paneles recogen información, pero los más curiosos pueden ampliarla con un código QR que les permitirá descubrir mucho más» afirmaba la teniente de alcalde, la socialista Consol Duran.

Tanto la señalización como el mantenimiento del sendero se ha desarrollado con la subvención de gestión forestal sostenible de la Diputació de València en la línea de «Treballs de prevenció incendis forestals».

El consistorio de Faura ha optado a esta ayuda tras perfilar el Plan Local de Prevención de Incendios ya que en él se prescriben las tareas de mantenimiento, limpieza, reparaciones y sistemas de prevención de incendios forestales.

La adecuación, limpieza y mejora de accesibilidad del sendero se ha desarrollado desde una empresa, pero el asesoramiento e impulso de la intervención llegaba de la mano del Centre Excursionista La Vall de Segó, un colectivo implicado en la recuperación de los parajes naturales de la subcomarca trabaja año tras año en la definición de senderos, la mejora y mantenimientos de los accesos y el cuidado directo del medio ambiente.

Un espacio recuperado por la presión ciudadana que aspira a ser paraje natural

El aspecto actual de la montaña de La Rodana de Faura dista del que tenía hace 40 años. La recuperación del lugar comenzó en la década de los 80 cuando el consistorio cerró un acuerdo con el propietario de unos terrenos transformados en campos de naranja. «El equipo de gobierno ya vio en su momento la necesidad de preservar este suelo de cualquier tipo de movimiento especulativo o desarrollo urbano que pudiese privar a Faura de su pulmón verde», comentaba la teniente de alcalde, Consol Duran. Tanto es así que el gobierno municipal compró el terreno a la par que el movimiento social impulsado por el grupo cultural La Tella lanzaba la campaña «la Rodana és de tots, la volem verda». Unl incendio y los posteriores conatos de agresión sufridos por la montaña despertaron la movilización vecinal de toda la zona de Les Valls. La campaña caló de tal modo en la sociedad que todavía hoy sigue presente en muchos de los que disfrutan cada mañana de su paseo por la montaña. No obstante, lo que ahora se espera es la próxima calificación como paraje natural municipal, como pidió el pleno en 2019. «El parque, la zona de acampada, la que hemos bautizado como el Passeig de les dones y la Senda son acciones que suman; hemos ido construyendo un proyecto común, social y participado», añadía Duran.

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