Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un ascensor hacia el casco antiguo

El proyecto de rehabilitación del barrio de la Vila de Ontinyent incluye la instalación de un novedoso elevador panorámico - Busca mejorar la accesibilidad pero tiene potencial de recurso turístico

Vista de la explanada Tortosa y Delgado, a la sombra de la muralla de la Vila de Ontinyent que será rehabilitada, en una imagen de archivo. | PERALES IBORRA

De todo el proyecto de recuperación de la muralla norte de Ontinyent, probablemente la obra que más acabe llamando la atención, por la novedad que supone, será el ascensor panorámico que se adosará a la pared de la muralla. Un elevador construido que unirá directamente el solar de la antigua fábrica Tortosa y Delgado, junto al Pont Vell que cruza el río Clariano, con la calle Trinitat del barrio de la Vila. Esta parte del proyecto nace con voluntad inclusiva, para facilitar el acceso al casco histórico ontinyentí a las personas con movilidad reducida; no obstante podría acabar convirtiéndose en un recurso turístico más para la capital de la Vall d’Albaida. O quizá en un itinerario turístico nuevo, que incluirá las vistas del lecho del Clariano desde una perspectiva, hasta ahora, reservada tan solo para los vecinos y vecinas de esta zona de Ontinyent.

La estructura, según recoge la memoria del proyecto de rehabilitación a la que ha tenido acceso este diario, será una auténtico ingenio. Desde una base de hormigón revestido de mampostería para mimetizarse con las paredes de la muralla, se elevará una estructura vertical de acero cerrada por vidrio transparente de una altura de alrededor de diez metros. Además de la posibilidad de contemplar el paisaje mientras se usa, el arquitecto Miguel del Rey Aynat destaca en el proyecto que la predominancia del vidrio servirá para distinguir completamente el elevador de la antigua chimenea que aún se alza desde la explanada. Una pasarela de hormigón y acero unirá la puerta del ascensor con la calle Trinidad. La cubierta vegetal de todo el espacio, con plantas típicas de la zona, buscará integrar la estructura con su entorno.

En este mismo punto de la muralla, una escalera acompañará el elevador para unir los mismos puntos de la explanada y la Vila. El proyecto arquitectónico contempla dos tramos diferenciados en su construcción: la primera parte se embarca en una losa de hormigón apoyada sobre los restos de una antigua escalera de la fábrica de Tortosa y Delgado que se alzaba en el lugar, y busca integrar los fragmentos descohesionados de los distintos elementos arquitectónicos que se han ido alzando en la zona. La segunda parte de la escalera discurre en dos vueltas separadas por un muro central y gira en un último tramo apoyado sobre los restos de las antiguas fábricas.

El ascensor panorámico iba a ser instalado inicialmente en el extremo oeste de la explanada, pero los estudios técnicos acabaron descartando esta ubicación, que obligaba a que los usuarios hubieran de subir por una rampa antes de acceder al elevador.

Ascensores en ítems históricos

El de Ontinyent no es el primer elevador que adorna la panorámica de una construcción de interés histórico. El elevador de Santa Justa, en Lisboa, quizá sea uno de los más famosos de Europa. Pero no es necesario salir de España para encontrar otros ejemplos. El puente de hierro de Portugalete, con sus dos ascensores adosados —construidos en 1996, diez años antes de que la estructura fuese declarada Patrimonio de la Humanidad—, es uno de los recursos turísticos más conocidos de Vizcaya. En Cartagena, un ascensor panorámico une el museo histórico del Castillo de la Concepción con los refugios de la Guerra Civil que se crearon al pie de esa colina de la localidad murciana. Y la ciudad de Cuenca anda a vueltas desde hace varios años con la construcción de un elevador panorámico que mejore los accesos a su casco antiguo. Quizá la experiencia de Ontinyent pueda acabar sirviendo para tomar alguna nota.

Compartir el artículo

stats