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El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, lamentó ayer que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, "haya perdido la oportunidad de recuperar el pulso" y "sacar de la parálisis" al Consell con la remodelación anunciada anteayer. El representante socialista apuntó que es Camps quien "debe ser sustituido" puesto que "él es el problema".

Alarte apuntó que la remodelación es un "mero cambio de papeles" donde el secretario general del PP en la Comunitat, Ricardo Costa, "no ve cumplidos sus objetivos personales" de ser nombrado conseller porque "el caso Gürtel sigue abierto". También consideró curioso que no se hayan producido nuevas incorporaciones ni destituciones pese a que el actual equipo "ha sido incapaz de aplicar la ley de Dependencia"; "tiene como balance el mayor aumento del desempleo", así como una dura caída de la producción industrial en la historia de la Comunitat; y se ha enfrentado a la comunidad educativa al pretender aplicar Educación para la Ciudadanía en inglés.

El delegado del Gobierno en la en la Comunidad, Ricardo Peralta, señaló ayer que la remodelación del Gobierno valenciano acredita la "escasa capacidad de maniobra" del jefe del Consell dentro del PPCV. Peralta opinó que "difícilmente" cabe pensar que con este ejecutivo Camps mejora su posición en relación con los "núcleos del partido con los que tiene dificultades" y citó el caso de Alicante o el de Castelló, donde, según aseveró, el PP está "fuertemente controlado" por Carlos Fabra, "alguien que guarda sus distancias" con el jefe del Consell.

El portavoz adjunto de Compromís en las Corts, Enric Morera, reclamó al nuevo Consell que reduzca un 20% "el sueldo de los altos cargos" y que el dinero que se genere con esa reducción "se pueda destinar a políticas que fomenten la creación de empleo".

Por su parte, David Serra, vicesecretario de organización del PP en la Comunitat, defendió que el cambio es un impulso para mejorar la economía.