La Conselleria de Educación envió ayer una circular a todos los institutos de Secundaria y colegios de Primaria de la Comunitat Valenciana en la que prohibe temporalmente el uso de las canastas de poste como la que se cayó el martes en el IES Vilamarxant, matando en el acto a un escolar de 15 años en plena clase de Educación Física. La prohibición se mantendrá vigente "hasta que se lleven a cabo las oportunas revisiones por parte de los técnicos", informó el departamento que dirige el conseller Alejandro Font de Mora en un comunicado.

Educación apunta que dicha "revisión exhaustiva se llevará a cabo con carácter inmediato por parte de técnicos especialistas del Instituto Tecnológico de Biomecánica de la Universidad Politécnica". Fuentes de la conselleria explicaron que esta inspección comenzará por las canastas del mismo modelo que la que ha originado la tragedia de Vilamarxant, que son las más frecuentes en los institutos construidos en la última década, pero que se extenderán a todas las instalaciones deportivas de los centros educativos.

Antes de que llegara esta orden, docentes de muchos colegios e institutos procedieron en la mañana de ayer a revisar este tipo de canastas fijadas al suelo ante la alarma creada tras la noticia de la muerte del escolar del Camp de Túria.

Nueva normativa de seguridad

El fallecimiento de este adolescente ha llevado también a que, junto al plan de revisión de todos los elementos deportivos de los centros educativos, la conselleria anuncie cambios en la normativa de seguridad de este tipo de equipamientos "para ampliar su seguridad". Una modificación legal que afectará tanto a ayuntamientos, que están obligados a conservar las instalaciones de los colegios públicos (CEIP), como a la Generalitat, de la que depende el mantenimiento de los IES.

Además, destaca Educación en su nota, "en los pliegos de condiciones, se concretará la obligación de revisar de forma periódica los materiales deportivos instalados por parte de la empresa adjudicataria". Paralelamente la conselleria también anunció la realización de campañas de sensibilización a los centros "sobre el uso responsable y seguro por parte del alumnado" de las instalaciones deportivas.

Antes de que la Generalitat anunciara esta inspección generalizada de elementos como canastas y porterías, los principales sindicatos docentes -las federaciones de Enseñanza de CC OO y UGT, así como el Stepv- y la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Valencia abogaron porque la conselleria realice revisiones periódicas de las instalaciones. Actualmente son los equipos directivos de los centros públicos los que supervisan las instalaciones y, si observan alguna anomalía, informan a los ayuntamientos (en el caso de los colegios) o a la conselleria para que las subsane.

"Si no hay una supervisión, sino hay un control y no hay inspecciones de seguridad, pueden ocurrir cosas como la del IES de Vilamarxant", lamentó Javier González Zurita (FETE- UGT). Marc Candela (Stepv) instó a Educación "a poner en marcha un plan de inspección", mientras que Miguel Ángel Vera, secretario de Enseñanza de CC OO, reclamó "un sistema de control y verificación, con inspecciones periódicas de los centros". La presidenta de FAPA, Mª José Navarro, dijo que "no puede ser que tenga que haber un accidente como el de Vilamarxant para que la conselleria actúe". "Muertes como la de este alumno no pueden volver a repetirse, por lo que la conselleria debe comprobar periódicamente las instalaciones deportivas", sentenció.

Desde 1995 han fallecido en España 12 niños por la caída de porterías en colegios y polideportivos. El último, un chico de 13 años que murió en 2005 al caerle una portería del polideportivo de Chiva. El adolescente de Vilamarxant eleva a tres los escolares muertos en centros públicos valencianos en esta década, pues en 2002 falleció un niño 6 años del CEIP Juan Carlos I de Almenara al caerle un armario encima y en 2003 murió otro de 8 años que se cortó con un vidrio en el CEIP El Acequión de Torrevieja.

El deterioro y el tirón como posibles causas

La Guardia Civil de Llíria trata de averiguar si el posible deterioro de la base del poste de la canasta fue determinante para que ésta se viniera abajo cuando Hugo se colgó del aro. Fuentes de la Conselleria de Educación dijeron ayer que el poste "no tiene restos de corrosión exterior" y que la dirección del instituto no había informado de ningún problema en ese equipamiento. Sin embargo, un simple tirón de un adolescente de complexión normal, como es el caso, parece insuficiente para justificar el arrancamiento. El juez de Llíria que investigue el siniestro -las diligencias han sido enviadas al decanato- encargará un informe pericial para dirimir responsabilidades.

Los tres chicos que estaban con Hugo en el momento del siniestro, y que ya han prestado declaración ante la Guardia Civil, afirman que jugaban "a ver quién llegaba al aro". Hugo saltó y cayó al suelo. Entonces, se partió el poste y la canasta completa se le vino encima, con tan mala fortuna que una de las barras laterales que sujetan el aro al panel le golpeó y fracturó la parte superior del cráneo.

El chicho fue enterrado ayer en la más estricta intimidad por deseo expreso de la familia, que no sólo rechazó la presencia de la prensa, sino también de representantes del ayuntamiento y la conselleria. Por la mañana, decenas de compañeros suyos improvisaron un sentido homenaje a las puertas del instituto. "Era buen estudiante, deportista y muy majo", coincidieron entre abrazos y lágrimas.