El regreso del toro Ratón a la comarca donde se cobró su última víctima atrajo a una multitud a Canals. 1.500 personas abarrotaron la plaza Quatre Camins en una exhibición que se saldó sin íncidentes. Al final, pese a las iniciales reticiencias, se permitió participar a cuatro recortadores profesionales. Ratón volvía a la localidad donde actuó por primera vez en 2004 en la que podría haber sido su última actuación, cerrando el círculo de una vida en las plazas.

Era la segunda vez que el popular toro actuaba desde que provocase una cogida mortal en Xàtiva -el pasado 14 de agosto-. La presencia de este astado en Canals supuso el colofón de la tradicional feria taurina de septiembre y atrajo a la localidad a unos 2.000 aficionados, que ocuparon todo el aforo de la plaza portátil instalada para la ocasión.

Al igual que en el festejo del pasado 10 de septiembre en Sueca, la organización contrató seguridad privada y contó con un grupo de voluntarios en el interior de la plaza para impedir que nadie que no estuviese en condiciones se expusiese a los astados. Así y todo, apenas tuvieron que actuar, ya que únicamente saltaron al ruedo recortadores profesionales o experimentados.

El festejo, que fue promocionado por el Ayuntamiento de Canals con publicidad en la que se destacaba "lo sanguinario y listo" que es el toro "Ratón", al tiempo que se advertía de que probablemente fuese una de las últimas ocasiones para verlo en activo, dado que tiene ya once años.

Instantes antes de su aparición sobre el albero, la organización leyó por megafonía una breve biografía de este animal, en la que se destacaba, precisamente, que fue en Canal durante su primera actuación, cuando el toro provocó el primer accidente serio a un aficionado local, ya en 2004. El hombre, que estaba presente en la plaza, saludó a los asistentes desde el ruedo acompañado del ganadero propietario de 'Ratón', Gregorio de Jesús.

Ratón saltó al ruedo pasadas las dos de la madrugada, y estuvo precedida de la de siete vaquillas y dos toros. La exhibición de este ejemplar, considerado ya un mito de los tradicionales 'bous al carrer', duró alrededor de veinte minutos, tiempo en el que eralizó una docena de recortes ajustados. En los alrededores de la plaza de toros se concentraron decenas de aficionados que se quedaron sin entrada.

Una decena de medios de comunicación nacionales y hasta uno de Estados Unidos cubrió la exhibición del toro, que cuenta en su haber con dos cogidas mortales, una el Puerto de Sagunto en 2006 y otra el pasado mes de agosto en Xàtiva, y otras cinco de gravedad. Según explicó recientemente el fundador de la ganadería a la que pertenece Ratón, Gregorio García Solaz, el astado ha actuado en más de 90 ocasiones.