Las líneas rojas del presidente Alberto Fabra contra la corrupción nunca llegaron a generar entusiasmo en la dirección nacional del PP. Es más, en Génova se veía excesivo que la imputación fuera suficiente para expulsar a un cargo de la primera línea. La postura, sin embargo, ha variado y Fabra, a quien antes se le veía como un temerario ahora, a veinte días para las elecciones y en un contexto de escándalos por doquier; se ha convertido en un referente de cómo atajar la corrupción. Su decisión de echar a Rus de la presidencia provincial antes incluso de estar imputado recibió ayer los parabienes de destacados dirigentes nacionales, declaraciones que se producen a 24 horas de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, visite Valencia para un acto de partido. El respaldo al jefe del Consell deja bien a las claras que el alcalde de Xàtiva está sentenciado también fuera de las fronteras de la Comunitat Valenciana.

El vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano, subrayó ayer que el PP ha actuado «con absoluta celeridad y ejemplaridad» en el caso y «tomando las decisiones que estaban en su mano». «Espero que los ciudadanos también valoren eso de manera positiva y espero que no influya en los resultados electorales porque Alberto Fabra ha actuado con la máxima celeridad ante un asunto que a todos nos ha parecido bochornoso», aseveró.

Desde el Gobierno la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría aplaudió que Fabra haya actuado en la «misma línea» que ha seguido el Gobierno de «lucha por la ejemplaridad», mientras que el el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, manifestó que «lo ha hecho muy bien y muy rápido en la respuesta política».

En un tono más duro se expresó, la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, al indicar que, de ser ciertos estos hechos «que tiene toda la apariencia de ser», apostilló, se trata de algo «despreciable, condenable y absolutamente intolerable». Por su parte , la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, manifestó que le daba «absoluta vergüenza» haber compartido militancia con Rus. En su opinión ya «está tardando en presentar su baja voluntaria y renunciar a todos sus cargos». También le instó a pedir perdón a sus compañeros.

Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que «el soborno es la brújula del PP y la corrupción su forma de gobierno», en referencia a Rus. El líder de IU, Cayo Lara, lamentó que «siga con todos sus cargos y toda su cara».