El informe refleja una situación ya denunciada por el anterior Consell: el escaso margen para hacer política ya que todos los esfuerzos se dedican a pagar la Sanidad y la Educación. Así, el 74,1 % del gasto se va a servicios públicos fundamentales lo que deja un 25 % para otras políticas. El Consell, además, dispone de 1.400 millones al año menos que la media para sus políticas. Tal es la situación que Soler admitió que si la financiación no mejora será muy complicado cumplir los compromisos sociales del Consell. Reiteró que tampoco se cumplirá el déficit ni el de 2015 ni el de 2016. Soler confió en el amplio consenso social para presionar para cambiar la financiación. j. ruiz valencia