La directora general de Internacionalización, Mónica Cucarella, ha manifestado hoy que no considera que deba dimitir porque no ve "ninguna causa" para hacerlo, y ha considerado que su continuidad en el cargo no afecta a la imagen del Gobierno valenciano.

"Trabajar e intentar hacer las cosas bien, que a este país le hace mucha falta, no creo que sea causa de dimisión", ha aseverado en una entrevista en la que también ha asegurado que no ha incurrido en ninguna incompatibilidad durante el ejercicio de su cargo y que nadie le ha pedido que dimita.

Cucarella ha explicado que en la declaración de bienes que presentó al llegar al cargo declaró que tenía una participación en una empresa familiar -una gasolinera en Alzira- del 10,9 %, que recibió en noviembre de 2014 por herencia materna, pero no la incluyó en la declaración de actividades porque está cerrada desde julio de 2015 y sin actividad.

No obstante, ha indicado que, para "evitar susceptibilidades", la semana pasada transmitió esa participación minoritaria que poseía, al tiempo que ha asegurado que la polémica que se ha generado en torno a ella no tiene razón de ser, es "innecesaria", y su caso no se puede comparar con el de la exsecretaria autonómica de Sanidad, Dolores Salas.