El Consell incluirá en los presupuestos de 2017 un Fondo de Cooperación Municipal que permita a los ayuntamientos recibir recursos de la Administración autonómica para pagar, fundamentalmente, gasto corriente. Para ello, la Generalitat ha implicado a las tres diputaciones. En total, según las fuentes consultadas, el fondo repartirá entre los ayuntamientos valencianos unos 70 millones.

De ellos, 30 saldrán de las arcas de la Generalitat y otros 40 de las diputaciones, aunque el Consell se plantea igualar esa cantidad. La Diputación de Valencia aporta 22; la de Alicante, 12 y la de Castelló, seis. Se trata de fondos que no tienen carácter finalista y que se distribuirán con criterios objetivos, de forma que cada ayuntamiento conocerá el importe con anterioridad para incorporarlo a su presupuesto. Fuentes conocedoras de las conversaciones entre Consell y diputaciones para la creación de este fondo apuntan que no está resuelto aún qué Administración repartirá el dinero.

En la actualidad, la Diputación de Valencia ya destina en torno a un 20% de su presupuesto inversor a ayudas a municipios, una cantidad que se sitúa en el 15% en Castelló y el 7% en Alicante, por lo que en la práctica el Consell fuerza a la Administración que preside el popular César Sánchez a aumentar el dinero que destina a los ayuntamientos. El fondo financiará gasto corriente ya que los ayuntamientos crearon durante los años de bonanza estructuras de gasto en base a ingresos coyunturales que ahora no pueden mantener.

Soler: «Dinero sin clientelismo»

El conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, aseguró ayer, antes de mantener un encuentro con el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Rubén Alfaro, para tratar temas relacionados con la financiación local que la Generalitat, a pesar de sus estrecheces financieras, quiere dedicar «especial atención» al Fondo de Cooperación Municipal para que dé un «poco de respiro» a las haciendas municipales valencianas «que están tan mal» y anunció que lo hará «con un reparto nada clientelar, en contra de lo que se había hecho hasta ahora».