La grave crisis que vive el PP a cuenta de la macrooperación contra la corrupción en la Comunidad de Madrid que ha acabado con la detención del expresidente madrileño, Ignacio González, está centrando toda la atención de Génova, de manera que los problemas internos que viven los populares valencianos han pasado a un segundo plano.

La consecuencia es que la dirección nacional, que la semana pasada puso todo la carne en el asador para tratar de solucionar la guerra interna en la provincia de Valencia, ha orillado este problema que, a la luz de lo que está ocurriendo en la capital con la operación Lezo, resulta secundario. De ahí que habrá que esperar más de lo previsto para que el horizonte sobre el congreso provincial se despeje.

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, tiene el encargo de elegir a una persona de consenso para que presida el Comité Organizador del Congreso (COC) y ponga de acuerdo al presidente provincial Vicente Betoret y su rival, la portavoz del PP en la diputación de Valencia, Mari Carmen Contelles, sobre las reglas de unas primarias que se presentan a cara de perro. La lideresa tiene ya algunas personas en la cabeza (los diputados Antonio Clemente y Elena Bastidas, entre otros), pero necesita el beneplácito de Génova, ya que sólo así conseguirá que el líder provincial acepte convocar una nueva junta directiva para poner fecha al congreso.

Fuentes de la dirección regional indicaron que Bonig está en contacto con Génova, pero que todavía la propuesta para sentar a Bonig y Contelles no está ratificada por Madrid. Las citadas fuentes indicaron ayer que la reunión podría celebrarse en unos días.

Betoret se encomienda al PP

En la dirección provincial, sin embargo, no tienen tan claro la hoja de ruta de Bonig. Betoret ha pedido amparo a Génova, ya que piensa que sólo con la autoridad de la dirección nacional puede solucionarse la pelea provincial. En el entorno de Betoret se considera que todavía no se dan las condiciones para que haya un acuerdo ya que la situación de tranquilidad que exige Génova no se dan.

Las citadas fuentes indican que la tensión continúa e insisten en que sólo con una candidatura única el partido saldrá fortificado. «Bonig podría solucionarlo con una llamada», indican desde la dirección provincial en alusión a que está en manos de la presidenta regional desactivar la candidatura de Contelles. La opción de un acuerdo sigue siendo, de momento, la única que se comtempla.

Así las cosas, y con Madrid pendiente de otros problemas, el congreso sigue sin fecha y, como muy pronto, se celebrará ya entrada la segunda mitad de junio.