Al cumplirse dos años del cambio de gobierno en la Generalitat, el nuevo Consell anunció ayer una reforma integral del nuevo modelo de acogimiento de los menores bajo tutela de la Administración y vertió graves acusaciones a la gestión del PP en esta materia.

La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, denunció el estado de «desamparo» en el que se encontraban muchos de los menores tutelados por la Generalitat en los centros de acogida durante la etapa del Gobierno del PP, con instalaciones «obsoletas» que «no reúnen condiciones de habitabilidad», un tejido residencial en manos privadas y «sin control», -esto es, «solo» 6 inspecciones a los 80 centros existentes en tres años-, comida «escasa y caducada» e «indicios de malos tratos» en uno de ellos, siempre según las palabras de Oltra.

Después de que Levante-EMV adelantase el inminente cierre del centro de recepción de menores de Monteolivete (València) y mostrase imágenes del avanzado deterioro de su interior, la consellera anunció ayer los cambios que la Generalitat pondrá en marcha. Responden a dos grandes líneas: un refuerzo de los equipos de atención en un 61 %, con 410 nuevos profesionales contratados, una reducción en el número de niñas y niños por cada centro y una mejora de las instalaciones.

Así lo desveló Oltra durante la presentación del nuevo modelo de acogimiento infantil. Durante los últimos veinte años, «el anterior Gobierno ha tenido a estos menores en el olvido», criticó la vicepresidenta, y en algunos casos «no ha cumplido con la obligación de protegerlos». La «falta de políticas» en este sentido convertía el sistema de protección en «una telaraña que atrapaba a los niños y no los soltaba», y «cuando cumplían 18 años se les dejaba a su suerte», opinó.

Traslados en marcha

Mónica Oltra explicó los traslados previstos para reformar el sistema. Respecto al centro de recepción de Monteolivete, tras el último informe de la Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, se ha decidido trasladar a los jóvenes que vivían en él a los centros de Buñol, a la Pobla de Vallbona y a dos pisos públicos que se abren en València.

En el centro La Resurrección de Segorbe, 18 niños han sido trasladados a diferentes centros de la provincia de Castelló después de que en sendas inspecciones se detectaran indicios de maltrato hacia los residentes, a los que según la inspección se les daba poca comida y caducada, y se les alojaba en instalaciones obsoletas, cuando no peligrosas, como el cuarto de juegos que estaba junto a la caldera, según informó la vicepresidenta Oltra.

Según la inspección, hay indicios de «castigos físicos», duchas de agua fría en noches de invierno o dejarles sin comer durante horas, malos modos, faltas de respeto y abuso de poder. Además, ha desaparecido la «libreta de diario de las chicas» que, según comparó la vicepresidenta, es «como la caja negra de los aviones». «Parece que el libro de las niñas está en el mismo sitio que el libro de averías del metro», deslizó Oltra.

Los 21 niños del centro Penyeta Roja de Castelló también están siendo trasladados, con el acuerdo de la Diputación de Castelló, que es su titular, porque las instalaciones carecen de autorización. Y el pasado noviembre también se decidió trasladar a 6 niñas y niños que vivían en el Centro El Carmen en València, donde afirma que se utilizaba a los niños «como moneda de cambio, como un divorcio mal avenido» y además «incumplía las ratios de plantilla».