Las nuevas prótesis y sobre todo las nuevas técnicas de implantación están haciendo posible meter a quirófano a personas que antes no hubieran sido candidatas, hasta para cambiar una válvula del corazón con más de 90 años. «La media de edad de los pacientes que tengo en valoración es de 80 y el mayor tiene 93 años», explica el cardiólogo de La Fe, Francisco Ten.