Educación

"En ningún país del mundo los padres eligen la lengua en la que estudian sus hijos"

Joaquim Dolz, profesor de didáctica de las lenguas en la universidad de Ginebra, pide que se escuche más a los profesores y generar un consenso de todos los partidos antes de aprobar leyes educativas

"Está demostrado que la educación plurilingüe desarrolla más la inteligencia del estudiante"

Ximo Dolz, profesor de didáctica de lenguas en la universidad de Ginebra.

Ximo Dolz, profesor de didáctica de lenguas en la universidad de Ginebra. / Levante-EMV

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Joaquim Dolz habla castellano, catalán, inglés, francés y portugués. Además es profesor de didáctica de las lenguas en la universidad de Ginebra, donde goza de reputación internacional y viaja por distintos países para ayudar en la elaboración de leyes educativas. Ayer formó parte de la comisión de Educación en Las Corts que debatió sobre la nueva ley de libertad educativa, y por la que pasaron expertos de todos los ámbitos educativos antes de aprobarse.

Dolz es un enamorado de las lenguas; se le nota cuando habla, y reside en un país profundamente plurilingüe con una educación pública de mucha calidad. Allí, donde en cada cantón se hablan varias lenguas, las leyes educativas salen adelante con un consenso de todos los partidos políticos, teniendo en cuenta la opinión de los profesores y dando un año de margen para hacer pruebas en varios centros y ver si funcionan. Es como le gustaría que funcionara aquí, en la C.Valenciana. Pero no es así.

Para Dolz, la nueva ley de libertad educativa -que permite que las familias voten la lengua mayoritaria en clase- no es positiva para la calidad de la educación del alumnado. Y lo dice categóricamente, con datos y décadas de estudios a sus espaldas. "En ningún país del mundo los padres pueden elegir la lengua en la que estudian sus hijos", explica.

Varios estudiantes de segundo de Bachillerato repasando sus apuntes en el IES Campanar de València.

Varios estudiantes de segundo de Bachillerato repasando sus apuntes en el IES Campanar de València. / Germán Caballero

Para empezar; hay consenso científico en que aprender varias lenguas es muy beneficioso para el aprendizaje de los niños y niñas. "Con el plurilingüismo se desarrolla más la inteligencia, incluso hay investigaciones que dicen que previene el alzheimer", cuenta Dolz. Sin embargo, para el catedrático, esta ley educativa "no garantiza los aprendizajes".

La mayor crítica de Dolz, sin embargo, va dirigida a todos los partidos políticos y no a esta ley en concreto. "En Suiza todas las leyes educativas se aprueban por consenso y se prueban antes. Aquí vamos enmendando una ley detrás de otra. Lo que construye un Gobierno lo tira otro para apostar por otra cosa, y ese no es el camino. Deberíamos consultar a todo el mundo, hacer pruebas antes para ver que funciona, y después, aprobar una legislación de consenso. Lo otro lo único que hace es alimentar más el conflicto lingüístico", sentencia.

Lenguas vivas, alegres y organizadas

Dolz explica que para aprender una lengua deben cumplirse varios condicionantes, que en su opinión no cumple la ley de libertad educativa. El primero es que la lengua esté viva. "Para aprender una lengua hay que practicarla, hablarla en la escuela y fuera de ella. Un niño no aprende una lengua si no puede escucharla en distintas situaciones de comunicación". El catedrático lamenta que no se tenga en cuenta en el texto la "minorización histórica" del valenciano, y explica así que, "pese a los avances en la escritura, su uso en la calle continúa disminuyendo". Esto afecta especialmente a la convivencia y a la cohesión social; "es muy bueno saber ambas lenguas, de lo contrario tendremos dos comunidades separadas que no se relacionan".

La segunda condición es que las actitudes y los preconceptos sean positivos. "Sin actitudes positivas hacia la lengua, los alumnos no van a aprenderla". En su opinión, "la ley, en vez de reforzar una visión positiva del plurilingüismo (en todas las lenguas), agranda el conflicto y refuerza aún más el castellano".

Otro de los problemas que Joaquim le ve a esta ley son las votaciones, ya que para aprender bien una lengua, se debe establecer un plan a 5 o 6 años vista, con una progresión curricular. "Si un curso la lengua mayoritaria es una, y al siguiente otra distinta los alumnos no van a aprender correctamente, es imposible que los docentes puedan enseñar una lengua bien así", cuenta.

Primer día sin móviles en institutos y colegios

Primer día sin móviles en institutos y colegios / Germán Caballero

Por último, Dolz critica que la nueva ley no ha tenido en cuenta al profesorado. "No tiene en cuenta ni las competencias profesionales, ni de enseñanza en distintas lenguas, ni la formación de los docentes. También se echa en falta que de importanica los consejos escolares", cuenta.

Calidad educativa

Dolz no niega que los padres tienen derecho a participar en la educación de sus hijos, pero critica que "al final, lo que quieren, igual que quieren el resto de agentes educativos, es que sus hijos tengan una formación de calidad", que, en su opinión, se resiente con esta ley "irresponsable y discriminatoria".

IES José María Parra, instituto libre de móviles

IES José María Parra, instituto libre de móviles / Perales Iborra

Es una evidencia, pero "aprender una lengua no molesta, al contrario, es una riqueza que sirve para muchas cosas en la vida", explica Dolz. De hecho, el catedrático apunta la importancia de que no se pierda ninguna. "En Castellón por ejemplo hay una comunidad grande de 30.000 rumanos, y ellos tampoco deberían perder su habla. Tienen que aprender las lenguas cooficiales, pero no olvidar su idioma, porque eso es perder cultura", cuenta.

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