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Mascotas

Rata como animal de compañía

En algunas clínicas veterinarias de València, estos roedores ya han llegado a representar uno de cada diez pacientes

Una de las ratas acogidas en la protectora La Madriguera. levante-emv

La fiebre y la enfermedad llamaban a la puerta de las casas y nadie quería abrir, pero se filtraban como una gotera y conseguían entrar. La tos interrumpía el silencio y las conversaciones hasta teñir el suelo de rojo. Entonces se buscó el culpable de la pandemia: las ratas. Así se creyó desde que en el siglo XIV la peste bubónica terminara con un tercio de la población, hasta que la investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sience (PNAS) reveló que la peste provenía de las pulgas de las propias personas, no de las ratas.

Existe un estigma social asignado a las ratas debido a la asociación histórica de estas con enfermedades. Sin embargo, no todas ellas son portadoras de infecciones per se. Así lo explican en la clínica veterinaria Nido, donde especifican las existencia de varias subespecies: dumbo, skinny, rex o calva. Aunque también se encuentra disponible la rata común para su venta en tiendas, como en la franquicia Maskokotas, o en adopción, como en la protectora La Madriguera. La protectora Ratas en Adopción concreta que la única rata doméstica es la rattus norvergicus y que las nombradas antes son una clasificación por tipo de pelaje, marcaje u orejas.

Alimento de serpientes

Javier López, veterinario y criador de ratas, cuenta que las ratas domésticas son habituales para la venta como alimento de serpientes, pero advierte de que ya hay quien las quiere como animal de compañía. «He apreciado un aumento en la demanda de la rata para mascota, aunque todavía sirven más para alimento, ya que estas se venden en cantidad», explica. Desde Ratas en Adopción confirman que «sí, la tendencia de la rata como mascota ha ido en aumento».

La rata como animal de compañía apareció en el siglo XVII, cuando empezaron a criarlas en cautividad. En palabras de Elisabet Giraldos, experta en animales exóticos, «las enfermedades que pueden contagiar las ratas domésticas son las mismas que las que se dan en perros, gatos o hamsters: tiña, sarna o leptospirosis». No obstante, la aparición de estas infecciones dependerá de la higiene del animal y, por tanto, también el posible contagio a personas. Es decir, «si se mantiene una higiene correcta, el animal no tiene por qué acoger ninguna infección en su organismo», explica la experta en animales exóticos. Por otro lado, estos roedores pueden contraer algunas enfermedades no contagiosas similares a las de los humanos como los problemas cardíacos o los tumores. Alba Palacios, amante de los animales, afirma que de sus más de 60 ratas, solo una ha padecido la aparición de alguna enfermedad y no se trata de una afección contagiosa sino de un tumor.

Coincidencia genética del 99 %

Desde 2001 se descubrió que las ratas tienen aproximadamente el mismo número de genes que la especie humana, es decir, 3.000, y coincidimos en el 99 % de ellos. Tan solo nos separan aproximadamente unos 300 genes, según el estudio publicado en la revista Nature en 2001. La coincidencia y discrepancia de la genética de los humanos con respecto a las ratas es la misma que con respecto a los chimpancés. Giraldos recuerda que «el hecho de que nuestros genes sean similares permite el estudio de muchas enfermedades, al poder así comparar el comportamiento de estos genes».

Dicha semejanza se manifiesta, según Alba Palacios, en que «las ratas sienten más confianza y comodidad con nosotros de la que pueden llegar a sentir otros roedores». En la misma línea, Giraldos añade que «las ratas son animales muy sociables que disfrutan del contacto con los humanos y es muy importante interaccionar continuamente con ellas». Alba participa de esta opinión. «Son inteligentes y, por tanto, saben quién es su dueño e incluso llegan mostrar afecto hacia ellos, son cariñosas», argumenta.

Las ratas son animales que viven en comunidad, por eso los expertos aconsejan no tener una sola. Giraldos afirma que «es ideal mantener a varias juntas». Palacios ha comprobado que son de los pocos animales capaces de hacer algo en grupo. «Si a una rata se le enseña a coger algo y a que te lo traiga y ese objeto se trata de algo pesado con lo que ella sola no puede cargar, son capaces de pedir ayuda a otra rata para que, entre las dos, puedan cogerlo», explica Alba. Eso sí, Giraldos recomienda esterilizar a las ratas para evitar su reproducción ya que son animales «muy prolíficos». En su defecto, en cuestión de meses se puede pasar de tener dos ratas a 60, como le ocurrió a Alba.

El 10 % de pacientes

No existe un registro ni manera de contabilizar la población de ratas empleadas como mascotas, pero como referencia, en la clínica veterinaria Nido de València las ratas pueden suponer un diez por ciento de sus pacientes. Lo que sí se sabe es que ya se comercializan con asiduidad en las tiendas de animales. A pesar de esto, se recomienda, como con cualquier otro animal, anteponer la adopción a la compra.

Desde Ratas en Adopción afirman que «existen numerosos criaderos de ratas en España ilegales de donde las tiendas de animales se proveen». Recomiendan adoptar, ya que en las propias tiendas de animales no las separan por sexos y no dejan de criar «sin ningún control sanitario». Además, existen cantidad de estos animales abandonados y al adoptarlos se les salva la vida. La asociación recalca que se limitan a recoger a las ratas domésticas y no a las silvestres, cuya naturaleza es vivir en libertad.

La protectora La Madriguera se dedica a recoger roedores abandonados. Lara, miembro de la asociación cuenta que han recogido 56 ejemplares de ratas domésticas abandonadas en España. Además, lamenta que no disponen de un espacio físico para acogerlas mientras encuentran un nuevo hogar. Por lo tanto, debe primero conseguir una casa que la adopte y posteriormente recogerla de la calle, lo cual limita el número de ejemplares que pueden salvar. «Tenemos lista de espera para poder acoger animales abandonados y más en estas fechas», asegura.

Todas sus ratas han encontrado un hogar o una casa de acogida menos Yogui, que protagonizó un reportaje de la revista Glamour y todavía busca un nuevo dueño. Ratas en Adopción alega que «debido a la moda que ha surgido, se están dando casos de abandono sobre todo por las camadas indeseadas y el caprichismo». Añade que recibe llamadas de particulares denunciando maltrato y abandono, o avisos de que «las ratas viven en jaulas llenas de excrementos».

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