Vive sus horas más bajas como dirigente popular, pero Juan Ramón Adsuara, presidente de la gestora de la provincia de València, portavoz del PP en la diputación y alcalde de Alfafar, sigue bajo el paraguas protector de Génova. Veinticuatro horas después de que el propio Adsuara asegurara que cuenta con el respaldo de Pablo Casado y la presidenta popular, Isabel Bonig, fuentes de la dirección nacional secundaron sus palabras e indicaron que su continuidad como referente provincial solo depende de él.
Es decir, según las citadas fuentes, Génova no tiene previsto dejarlo caer y únicamente forzará un relevo en la gestora o al frente del grupo popular de la Diputación de València en caso de que decida renunciar. Una opción, que, según algunas fuentes, Adsuara estaría meditando por las dificultades que está teniendo a la hora de liderar el partido en la provincia y por su interés de no descuidar su labor de alcalde. Con todo, las fuentes de su entorno, indican que, de momento, no tiene previsto dar un paso atrás.
Un distanciamiento inoportuno
El distanciamiento entre Adsuara, designado en su día para presidir la gestora de la provincia, y la dirección regional se ha acentuado en un momento inoportuno para cualquier partido: la contienda electoral.
Cualquier manual de política desaconsejaría cuotas internas cuando se ha de afrontar un proceso electoral. Pero, además, cuando esta cita se ha convertido en una segunda oportunidad para poder mejorar sus pobres resultados. De hecho, es en la provincia de València donde el Partido Popular confía en ampliar su grupo de valencianos mediante la conquista de un cuarto escaño. El 28M, solo tres candidatos de la provincia (Belén Hoyo, Vicente Betoret y Luis Santamaría) lo lograron.
València es una plaza clave para los populares, pero también una de las más complicadas ya que el partido está sumido en multiples conflictos desde hace años. En el cap i casal la gestora suma casi ya cuatro años, mientras la provincia lleva más de dos en situación de provisionalidad. La convocatoria electoral ha retrasado la decisión de convocar un congreso provincial que concluya con un referente provincial aceptado por todos y capaz de unir el partido.
En este contexto, la diputada Belén Hoyo y presidenta del comité electoral descartó cambios en las candidaturas al Congreso y el Senado salvo algún cambio puntual y «no sustancial» porque el equipo ha funcionado y «está cohesionado». Sólo habría movimientos, matizó, si Ciudadanos aceptara la propuesta del PP de concurrir de forma conjunta en el proyecto España Suma.
La afirmación de la dirigente popular valenciana más cercana a Casado se produce en un momento en que internamente se había abierto un debate sobre posibles movimientos dentro de las listas. Desde la gestora provincial de València, a quien corresponde proponer los nombres, no se descartaba estos días algún cambio sin afectar a los cabezas de lista.
En el foco estaba Vicente Betoret (que ocupó el segundo puesto), considerado uno los críticos de la presidenta regional, Isabel Bonig. Sin embargo, las fuentes consultadas indicaron que desplazar a Betoret a otro puesto no está encima de la mesa. En el Senado también se elucubraba con un puesto de salida para el diputado provincial Javier Montero, que figuraba como suplente de Fernando de Rosa el 28A.
