Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

De Consum a residencias: el textil consolida un mercado de mascarillas estable

La cadena recurre a 3 firmas valencianas para la venta de este producto en sus tiendas - La patronal cree que, pasado el estado de alarma, la demanda va a mantenerse como para conservar la nueva línea de negocio

De Consum a residencias: el textil consolida un mercado de mascarillas estable

Cuando pase el tsunami, cuando amaine la voracidad con la que administraciones y grupos sanitarios están haciendo acopio de producto sanitario ante posibles rebrotes, será el momento de ver en qué se sustancia esta economía de guerra; la hora de comprobar si los esfuerzos productivos y las inversiones de sectores como el textil para reorientar su actividad pueden dar lugar a un clúster de producto sanitario.

Las empresas parecen listas. La cuestión estriba en saber si habrá mercado suficiente para ellas una vez se rebaje la demanda y los grandes proveedores asiáticos, los más baratos, dejen de estar saturados.

«Yo creo que esto va a quedarse, no con el volumen que está teniendo ahora. La necesidad no será tan fuerte como durante el estado de alarma, pero se mantendrá la demanda, sobre todo, de mascarillas», vaticina Càndid Penalba, empresario del textil y presidente de la patronal de sector valenciana Ateval y española (CIE).

Penalba, dueño de la empresa Cotoblau, proveedora de fundas de colchón de Ikea, ha sido uno de los empresarios más ágiles y dinámicos a la hora de reorientar su capacidad productiva hacia la confección de mascarillas, primero; y luego a otros productos como batas.

Él y otras empresas valencianas están consolidando clientes más allá de los encargos puntuales durante el reciente aluvión. Una de las vías de negocio aparece en los supermercados, donde las mascarillas se han convertido ya en un artículo cotidiano que va a estar presente en la vida de las personas por tiempo indefinido.

Por ejemplo, la cooperativa valenciana Consum, que siempre hace gala de su respaldo al proveedor local, predica con el ejemplo también en este caso. Desde hace semanas está recurriendo a empresas de las comarcas textiles para abastecer sus tiendas. En estos momentos, la empresa Belpla, de Agullent, les están suministrando las mascarillas reutilizables certificadas de tejido no tejido que venden en packs de diez unidades a 9,95 euros.

Además, Consum también ha incorporado las omnipresentes mascarillas desechables con denominación de origen valenciana. Dos empresas, TST, de Agullent, y Lamipres, de Valencia, proveen el nuevo producto.

Al margen de los lineales, parece que la administración es un cliente que ha llegado para quedarse. La patronal confía en que, superada la crisis, dejen de llegar aviones o barcos con toneladas de carga asiática en sus bodegas, y se eche mano de proveedores locales que están logrando producto a coste más que competitivo.

El dirigente Càndid Penalba cita algunos aspectos clave para entender que el producto local puede llegar a competir en precio con el chino. De hecho ya lo está haciendo, con mascarillas a 50 céntimos. El primero, son las inversiones en maquinaria que, una vez están funcionando de forma óptima, rebajan los costes del personal. Hoy la amortización de las máquinas y el consumo energético son los mayores costes. Con la optimización de los procesos, de hecho, está bajando el precio que la administración está pagando. Además, los empresarios valencianos confían en ser más competitivos aún cuando bajen los costes de la materia prima para elaborar las mascarillas desechables, que ha llegado a triplicarse.

De momento, los encargos al sector siguen llegando. De cadenas hospitalarias, de empresas y de la administración. La Conselleria de Igualdad, responsable de los centros de mayores, es la que más ha apostado por los proveedores valencianos. Cotoblau; Marie Claire; Ramón Espí; Funcotex; Creaciones Euromoda; Grupo Seripafer Alcoi; el Instituto de Biomecánica de València de la UPV, Torreval Levante; Kanban y NV Evolutia son las empresas a las que ha recurrido la conselleria de la que dependen los mayores para equiparse con mascarillas. Mónica Oltra está apostando deliberadamente por producto valenciano dentro de esa política de incentivo para crear un clúster sanitario y evitar la dependencia exterior que ha angustiado a muchas autonomías durante las primeras semanas de la crisis. Aunque tampoco está regalando dinero: los precios son competitivos. A 0,60 céntimos la mascarilla en el último encargo de cinco millones de unidades a Funcotex.

La central de compras del Consell también ha alternado las compras en China con encargos muy voluminosos a firmas valencianas que se han reorientado, como EMO y Orliman, con sendos contratos de hasta 8 millones de unidades a 50 céntimos la unidad. Y los contratos siguen llegando. Uno de los últimos, encargado el pasado 5 de junio, es el suministro de 750.000 batas desechables a una empresa de Albaida, Aupa Hogar, especializada en ropa de descanso. El textil confía en salir de la pandemia reforzado con una nueva línea de negocio.

Compartir el artículo

stats