El consumo de energía para usos domésticos disminuyó el pasado mes de agosto un 7 % en relación con julio, según los datos de la Generalitat. Se trata de una dinámica descendente desde mediados de junio, aunque ya en julio se entró a terrenos negativos. Desde luego, nada que ver con lo sucedido a partir de mediados de marzo, justo cuando se declara el estado de alarma y comienza el confinamiento de los ciudadanos en sus hogares. En torno al 15 de abril se alcanzó un pico en el consumo eléctrico, cuando se llegó casi a un 15 % de incremento en relación a marzo.