Aznar defiende las leyes de concordia y acusa a la izquierda de "volver a la dinámica de la guerra civil"

El expresidente del Gobierno vincula el espíritu de la Transición con las normas autonómicas de PP y Vox y pide "mirar al futuro" en lugar de "escarbar en los restos de Franco"

José María Aznar, este lunes en València.

José María Aznar, este lunes en València. / Loyola Pérez de Villegas

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha defendido este lunes desde València las leyes de concordia registradas por PP y Vox en los parlamentos de la C. Valenciana, Castilla y León y Aragón. Apenas unos días después del informe de los relatores de la ONU en el que advierten de que las normas contienen posibles vulneraciones de los derechos humanos, Aznar ha respaldado las tres iniciativas y ha resaltado que son coincidentes con el espíritu de la transición porque "miran al futuro".

"La transición se hizo exactamente para eso, para mirar al futuro. Es lo que tenemos que volver a conseguir. Por eso, todo lo que suena a concordia me suena bien y me parece bien. Eso es la transición, una expresión de concordia que no nos ha ido mal hasta que han empezado a destruirla", ha expresado durante su intervención en una conferencia organizada por el CEU Cardenal Herrera.

Aznar ha apuntado que "reescribir la historia es lo más absurdo que se puede hacer" porque "es la que es, con lo bueno y lo malo, los aciertos y los errores" y ha resaltado que lo debe hacerse es "interpretarla correctamente y no manipularla".

Durante toda su intervención Aznar ha dibujado un panorama apocalíptico en España, con una influencia ante la UE y en el mundo "en declive" y una situación interna de ruptura social. Incluso ha asegurado que el terrorismo estaba "operativamente derrotado" en España "hasta que se decidió resucitarlo" con un "pacto de la izquierda radical española con Bildu".

Ha responsabilizado de todo ello al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el gran protagonista ausente de la ponencia del expresidente. Una estrategia que ha sido bien recibida por el público, que ha respondido a alguno de sus ataques al socialista con ovaciones.

El expresidente ha incidido en el deterioro de la convivencia en las calles y lo ha atribuido a la izquierda y en especial a los pactos de Sánchez con diversas fuerzas políticas, que según él finiquitan la igualdad de los españoles ante la ley.

Aznar ha llamado insistentemente "farsante" al presidente del Gobierno por sus cinco días de reflexión. "Fue una gran farsa que solo puede ser organizada por un farsante", ha dicho. Pero ha habido más para el líder del Ejecutivo central. "Caudillo populista" ha sido otro calificativo. Según ha denunciado, las posiciones "radicales" del Ejecutivo central y sus socios imposibilitan repetir ahora los grandes consensos que se labraron tras la dictadura.

"El consenso es un instrumento que se utiliza al servicio de las ideas. Si se comparten las ideas, se puede alcanzar. Pero si usted quiere eliminarme a mí, no hay consenso posible", ha dicho antes de acusar a los partidos de izquierda de "volver a la dinámica de la guerra civil" a través de la "confrontación".

En ese sentido, ha defendido los pasos dados por su Gobierno para "reparar" a "todas" las víctimas de la guerra civil y de la dictadura y ha acusado a "algunos" dirigentes de estas formaciones de izquierda de "indigencia intelectual muy grande". Esa incapacidad, según Aznar, es la que les lleva a "escarbar en los restos de Franco cada 15 días" porque si no "no pueden vivir".

"No tenemos por qué pedir perdón, porque hemos demostrado en un diario de sesiones, y no en un bulo, lo que hemos hecho", ha señalado en referencia a esos avances en memoria histórica que según el expresidente popular se dieron con su gabinete en 2002.

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