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La sobrepoblación de especies y las restricciones marcan la temporada

Raúl Esteban reclama ayudas y reconocimiento para la caza

Una batida en tierras de Castelló. fccv

El levantamiento de la veda abrirá este lunes, 12 de octubre, una temporada de caza marcada por la sobrepoblación de jabalí y conejo, pero también por una mayor presencia de especies como el corzo, el ciervo y la cabra. Un aumento que en algunas zonas del interior del territorio valenciano «se está convirtiendo ya en un problema». Así lo apuntaba hace unos días Raúl Esteban Cano, presidente de la Federación Valenciana de Caza de la Comunitat Valenciana.

La campaña, además, adquiere una importancia añadida por los efectos de la pandemia, que obliga a modificar protocolos y hábitos. Tal como recuerda Esteban, «las medidas sanitarias buscan evitar los contagios y rebrotes en la organización de ganchos, batidas y cualquier modalidad cinegética de carácter colectivo». En ese punto, incidía en que el exceso de población en el caso del jabalí «está alcanzando cifras preocupantes». «Además de alterar el ecosistema, provoca daños a la ganadería, a las infraestructuras, a la flora y la fauna protegida, así como cuantiosos accidentes de tráfico», argumentaba Esteban.

Según las cifras que maneja el colectivo, en 2019 se registraron un total de 669 accidentes con jabalí frente a los 92 siniestros en 2009. «Esto significa que, actualmente, el problema va en aumento y en los últimos diez años se han multiplicado por siete los percances», aseguraba. «Esperamos que pronto haya una Orden del Jabalí, adaptada a la realidad cinegética actual y que supla las carencias que llevamos tiempo detectando, que nos dé seguridad a la hora de ejercer la actividad en el monte y se contemplen ayudas o incentivos para que el cazador pueda analizar con seguridad la carne que va a consumir y esté libre de enfermedades», explicaba.

Para Esteban ha llegado el momento de que la caza «sea reconocida como actividad esencial». «Durante el estado de alarma se paralizó nuestra actividad y los cazadores, cumpliendo las normativas vigentes dejamos las salidas por control, lo que provocó un aumento de las poblaciones cinegéticas que campaban a sus anchas por zonas urbanas y destrozaban cultivos por completo», recordaba el presidente de la Federación. «En Europa las administraciones ayudan y reconocen la función social de la caza y durante la pandemia varios países han declarado la actividad como un servicio básico para defender los cultivos », remarcaba. «Es la única herramienta eficaz que existe de gestión poblacional», insistía.

Recambio generacional con la Asociación de Jóvenes Cazadores

La caza tiene el recambio generacional garantizado en la Comunitat Valenciana. La semana pasada se constituyó la Asociación de Jóvenes Cazadores de la CV, una formación independiente de la Federación. Según consta en el acta fundacional, «nace con un objetivo: la promoción y la difusión de los valores de la caza entre los jóvenes cazadores y cazadoras valencianos y la defensa de la actividad cinegética como un instrumento de gestión y sostenibilidad». Está presidida por Javier González Lozano, quien defiende que forman parte de una nueva generación que está «inmersa en las nuevas tecnologías y en las redes sociales, donde queremos poner de relieve que muchos jóvenes practicamos la caza y el papel fundamental que desempeñamos dentro de un colectivo que envejece». «Queremos difundir los valores de la naturaleza, el cuidado del medio ambiente y su conservación y el compromiso que mantenemos con la defensa y el desarrollo del mundo rural en todas sus vertientes», aseguraba González Lozano. 


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