La Asociación Hostelera de Castelló -Ashocas- (que representa a parte de los hosteleros castellonenses) anunció ayer que los establecimientos que representa abrirán desde el 16 de febrero. Ashocas comunicó su decisión tras trascender que el Consell estudia prorrogar una o dos semanas el cierre de los bares y restaurantes (ahora solo pueden servir comidas y bebidas para llevar) para frenar el avance del virus. Por contra, la patronal de hostelería de la Comunitat Valenciana (Conhostur) se desmarcó de una medida que su presidente, Manuel Espinar, tildó de «irresponsable». La Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castelló -Ashotur- (que representa a otra parte del sector) también rechaza el incumplimiento de la ley.

Ashocas señaló que los hosteleros están hastiados por lo que consideran unas medidas «sin sentido» tras más de veinte días cerrados y han decidido abrir sus negocios a partir del próximo 16 de febrero en su horario normal. «Vamos a abrir con todas las medidas de seguridad como hemos hecho hasta ahora, la hostelería es el único sector que ha cerrado sus negocios por responsabilidad solo cuando uno de sus trabajadores ha dado o ha estado en contacto con un positivo», apuntó la asociación de Castelló.

Poco después, la patronal de la Comunitat Valenciana rechazó «cualquier medida que implique saltarse la ley» y recomendó a todos los hosteleros «cumplir con las normas establecidas por más que puedan parecer injustas». Manuel Espinar insistió en que es una «irresponsabilidad» el llamamiento a la insumisión de Ashocas porque aboca a los hosteleros a sanciones en un momento en que su situación es crítica. El representante de los hosteleros valencianos subrayó: «Nosotros acatamos la ley. Defendemos al sector en los despachos y en las protestas en la calle, pero siempre cumplimos las normas».

El presidente de Conhostur lamentó que la Generalitat baraje prorrogar una o dos semanas las restricciones. «No podemos más. Necesitamos abrir con un horario normal, no hasta las 5 de la tarde porque eso es un cierre encubierto», señaló. Espinar incidió en que los establecimientos de hostelería «son lugares seguros» que podrían abrir hoy mismo. «La Navidad ha demostrado que nosotros no somos el problema. Los contagios se produjeron en las casas», destacó.

Por otro lado, Conhostur anuncio ayer que estudia el auto notificado por el TSJ del País Vasco que autoriza a los bares y restaurantes abrir pese a la prohibición dictada por el Gobierno vasco. Espinar explicó que la normativa autonómica vasca es diferente y «hace unos días esa misma solicitud fue denegada por el TSJ valenciano». Conhostur confía en que la Audiencia Nacional anule el acuerdo de la interterritorial nacional que facilita el cierre de la hostelería.

Por otra parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció que «todos los ayuntamientos susceptibles de adherirse a la línea de ayudas directas a microempresas y autónomos del Plan Resistir -un total de 523- ya se han sumado» y hoy tendrán transferidos los 100 millones que corresponden al Consell.

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, cuestionó ayer en rueda de prensa la prórroga de las últimas restricciones acordadas por el Consell para frenar la pandemia. Unas medidas que, entre otras cuestiones, adelantan el toque de queda a las diez de la noche, cierran perimetralmente las entradas y salidas los fines de semana en las ciudades de más de 50.000 habitantes y el cierre total de la hostelería. Bonig, a diferencia de la posición mantenida hasta ahora, puso en solfa el resultado de las restricciones y subrayó que, pese a ellas, los índices de contagio e ingresos son los más elevados de España. «Es un desastre», dijo.

Bonig exigió el informe técnico de las personas expertas a las que consulta el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como condición para respaldar las medidas. Además, indicó que si las restricciones continúan hay que habilitar «ayudas en vena» y bajar los impuestos. Y volvió a reprochar a Puig que no la haya llamado para consultarla. Cabe recordar que el jefe del Consell se decanta por prorrogar estas medidas después de escuchar a la comisión de expertos y cuando la curva sigue alta.

Para la presidenta popular «restricción por restricción» no sirve de nada si no va acompañada de una «gestión sanitaria». La posición de Bonig coincide con la de otros dirigentes como la presidenta popular de Madrid, Isabel Ayuso, en contra de cerrar los bares y la hostelería, cuando este sector está muy movilizado.