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Memoria Histórica

Vicent Gabarda: 'No se puede fingir que la Guerra Civil no pasó, fue una masacre'

El historiador valenciano devuelve su identidad a las 10.814 víctimas mortales de la represión franquista en la Comunitat Valenciana durante 20 años que tiñeron de rojo las 34 comarcas del territorio autonómico

Gabarda publica 'El cost humà de la repressió al País Valencià (1936-1956)', el libro que cierra el ciclo de sus publicaciones anteriores.

Casi 11.000 personas fueron asesinadas en la Comunitat Valenciana desde el inicio de la Guerra Civil hasta la finalización del primer franquismo. Víctimas silenciadas de una vil represión que, según detalla Vicent Gabarda en su libro «El cost humà de la repressió al País Valencià (1936-1956)», fueron arrojadas, en muchos casos, a fosas comunes. Apiladas entre capas de cal y despojadas de su historia e identidad.

Hombres, jóvenes y agricultores. Así es el perfil predominante de víctimas de la represión franquista que detalla. ¿Qué temen los estratos más privilegiados para oprimir con tanta brutalidad?

Al sumar las dos represiones —la primera transcurre durante los tres años de contienda y la segunda se desarrolla en el denominado primer franquismo— se altera la proporción. Hubo una lucha social, entre clases, pero la Guerra Civil también fue una suma de conflictos económicos, religiosos… El perfil de las víctimas es más heterogéneo. Lo que es innegable es que resultaron perdedores todos los pueblos y localidades del País Valencià.

En el libro puntualiza que «nunca se ha hablado de la mujer como protagonista» en los relatos del conflicto, pese a que sobre ellas «cayeron todos los golpes».

Todas las personas son importantes. Cada vez se habla más de la represión franquista ejercida sobre mujeres, pero no se analiza cuántas murieron durante la Guerra Civil. En la Comunitat Valenciana fueron muchísimas. ¿Por qué? Unas por monjas, otras por motivos económicos, celos, deseos, venganzas. Otras por destacar en diversas áreas del conocimiento. Son las grandes olvidadas, no son víctimas del frente de guerra, sino de la retaguardia y la represión más animal.

Los paralelismos son abrumadores...

Desde luego, la sociedad parece haber evolucionado mucho, pero se repiten los mismos patrones. Eso sí, matizados. Seguimos siendo humanos, por desgracia.

¿Puede haber justicia sin reparación?

Es la pregunta del millón y muy compleja de abordar, pues son dos conceptos distintos. Me consta que, en los últimos años, sí se ha acometido una reparación física, pero no deja de ser material y no a todas las víctimas. No obstante, la reparación en términos jurídicos es una quimera. No se puede hacer como que no ha pasado nada. Pasó una masacre, hubo tantos muertos… La guerra acabó, pero el dolor y la justicia de las víctimas nunca se respetó.

El historiador valenciano Vicent Gabarda. Fernando Bustamante

La Ribera, la Safor, la Plana, incluso l’Horta, son las comarcas valencianas que ofrecen los datos más dolorosos respecto a víctimas mortales de la represión. No obstante, no fueron necesariamente las comarcas más reaccionarias al régimen…

Estudiar cómo afecta la represión a un territorio en concreto no solo es necesario, sino un elemento clave para la comprensión del conflicto. Hay ciertos aspectos que también son determinantes, como los censos de población, la concentración de riqueza, el establecimiento de comisiones y sindicatos, etc. En las zonas de interior menos pobladas existe, por ejemplo, un grado de radicalización más intenso.

No obstante, los números son peligrosos, pues no contemplan la especificidad de cada territorio. En estas localidades pequeñas de interior que menciono puede darse una casuística que las convierte en zonas conflictivas, como algunos pueblos de Castelló que sirvieron de sede de la CNT y que, transcurrida la contienda, sufrieron un grado de represión muy alto pese a tener una población reducida.

'Las mujeres son las grandes olvidadas, víctimas de la retaguardia y represión más animal'

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¿Está preparada la sociedad para realizar un análisis crítico de su historia sin que esa regresión comprometa su estructura?

Mi idea es que sí, lo que no puede hacerse es obcecarse. Debemos dar aire y pábulo a las ideas de los demás. El defecto que tiene la gente es que cree que lo propio es exclusivo y lo ajeno una mentira. Agrupar las diversas represiones ejercidas durante y después de la Guerra Civil en la Comunitat Valenciana en un mismo documento permite tener un concepto global de lo que pasó. Huérfanos y viudas eran tanto unos como otros, aunque sí es cierto que la represión franquista buscaba un castigo más allá de la justicia. La idea es analizar, sin ensalzar y condenar, entender la historia. Observar cómo de animales podemos ser por algo tan íntimo como una idea.

¿Cuál es la gran mentira de la dictadura?

Precisamente esa, que no nos han contado qué es la guerra y qué ha pasado. Nos hablaban de autarquía, marxismo y comunismo, pero nada más. La posguerra estaba escondida. Descubrí la represión que existía en Paterna porque un compañero me dijo que en su pueblo había fusilados, como en el mío. El nivel de silencio era atroz.

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