Quizá no sea la normalidad que conocíamos pero es lo más parecido que vamos a tener desde aquella semana de marzo en que el coronavirus puso a España patas arriba. Y tiene fecha de inicio. A partir de esta medianoche, con el inicio del 9 d’Octubre, la vida volverá a ser un poco más normal ya que decaen, si no todas, sí la gran mayoría de restricciones anticovid-19 que venían aplicando sectores como la hostelería, el ocio nocturno, los cines o las instalaciones deportivas. «No vamos a volver a la vieja normalidad porque han pasado muchas cosas -anunció el president Ximo Puig- pero sí va a ser un antes y un después».

A falta del decreto que pone la nueva norma negro sobre blanco, Puig y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, presentaron ayer los grandes titulares. Por lo pronto, vuelven las barras de los bares, las pistas de baile, los festivales de música, las discotecas móviles y toda clase de eventos lúdicos aunque eso sí, con distancia, mascarilla y responsabilidad extra para los ciudadanos y con más control cuando haya comida o bebida implicada, porque conlleva retirarse la mascarilla que sigue siendo obligatoria en interiores y en exteriores si no hay distancia suficiente. El resto de restricciones pasan a mejor vida, con la intención, además, de no tener que volver a ponerlas.

Así, todos los sectores recuperan sus horarios habituales. Los bares y restaurantes ya lo habían conseguido hace 15 días pero no así las discotecas que no podían pasar de las 5 de la mañana. Decaen también los límites de aforo: tanto bares, restaurantes, pubs o discotecas e instalaciones deportivas van a poder estar al 100 % siempre que se garantice las distancias y se eviten las aglomeraciones. Además, en la hostelería recuperan el uso de la barra y ya no hará falta estar sentado para estar consumiendo -eso sí, con distancia-.

En la hostelería y ocio nocturno solo se mantiene la restricción de 10 personas por mesa y vuelve también la pista de baile. Ya no habrá que estar bailando «en el sitio» y se podrá ocupar la pista, siempre con mascarilla y, lo más importante, sin consumir. Esta norma aplica también para los cines: podrán estar al 100 % pero habrá que guardar un asiento libre si se permite el consumo de alimentos.

Se van a permitir celebrar, por fin, verbenas y discomóviles y grandes eventos multitudinarios como festivales de música sin necesidad de estar sentados aunque con un aforo que garantice que no haya aglomeraciones, entradas y salidas escalonadas y demás medidas generales y con un ‘bonus’: las medidas serán más benévolas si el promotor implanta el pasaporte covid.

10 veces más muerte sin vacuna

El president fue el primero que prometió una «normalidad mejorada» para el 9 d’Octubre pero esto no hubiera sido posible si los indicadores epidemiológicos no se hubieran comportado como lo han hecho. Así, el esfuerzo extra del último mes con una apertura gradual «ha ido bien», según apuntó Puig, ya que en solo cuatro semanas la incidencia acumulada de casos ha caído a un tercio y los hospitalizados a la mitad gracias, sobre todo, «al activo de la vacunación» que ya ha llegado al 90,3 % de la población diana al menos con una dosis.

Era el objetivo pero Puig siguió insistiendo en que ese 10 % se vacune y dio un dato para convencer: la tasa de mortalidad por 100.000 habitantes es 10 veces mayor entre los nos vacunados que entre los vacunados, 24,5 frente a 2,2. El nuevo reto ahora, además de repescar en ese 10 %, es poner la tercera dosis a los mayores de 70 años. La consellera de Sanidad apuntó que todavía deben decidir si empezarán el 15 o el 25 de octubre y si se hará coincidir con la vacunación de la gripe.