La izquierda valenciana impuso ayer la aritmética parlamentaria que otorga al Botànic la mayoría absoluta (52 diputados frente a 47) para salvar en las Corts el primer veto de la oposición a los presupuestos del Consell para 2022.
Una vez superado el principal escollo, el del pulso interno que han protagonizado durante semanas los partidos que sostienen al Consell y que llevó a registrar las cuentas por primera vez fuera del plazo legal, el trámite parlamentario se presenta más cómodo. Con todo, los roces nunca desaparecen en el tripartito, como se ha visto esta semana con la enmienda de Compromís y Unides Podem en favor de la tasa turística que rechaza el PSPV.
Pero ayer el Botànic exhibió cohesión y unidad para salvar el rechazo de la oposición a la totalidad del presupuesto, un intento de bloqueo que unió a la derecha en torno a argumentos muy similares y que buscaba la devolución al Consell, que no se produjo.
El lunes sigue el debate con la enmienda a la ley de medidas fiscales y una vez salvado este pleno, el presupuesto estará ya aceptado y solo se podrá cambiar a través de enmiendas parciales, modificaciones entre partidas presupuestarias, pero sin afectar ya a la totalidad de las cuentas.
PP, Ciudadanos y Vox coinciden, con pocos matices que les diferencien, en que las cuentas son ficticias e irreales, un engaño para los valencianos porque incluyen partidas ficticias sin garantía de ingresos como los 1.336 millones de la infrafinanciación o los mil del fondo reivindicativo para la vuelta a la normalidad, algo que choca con el rigor presupuestario al que se debe cualquier gobierno. «Todo es mentira», repitieron todos los portavoces.
Madrid como crítica o modelo
Pero los partidos del Consell, PSPV, Compromís y Unides Podem, creen que el presupuesto es el mejor para los valencianos en las condiciones actuales y señalan que las partidas incluidas garantizan los servicios públicos fundamentales pese a la infrafinanciación valenciana. En el debate salió varias veces la Comunidad de Madrid, desde el Botànic para criticar una gestión que la derecha pone como modelo.
Mucho mejor que en 2015
Según el gobierno valenciano, la oposición está fuera de lugar y de tiempo porque la situación de los valencianos es hoy mucho mejor que en 2015, mientras que la Comunidad de Madrid, la gran referente de los gobiernos de la derecha, presenta graves déficis en sanidad o educación.
Además, el Botànic recuerda los casos de corrupción de los tiempos del PP y lamenta que ahora la oposición vea un escándalo en cualquier cifra del presupuesto cuando antes ignoraba totalmente la corrupción.
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, defiende que las cuentas nacen del consenso, incluyen las partidas necesarias para la recuperación y refuerzan el escudo social. Según el conseller, los presupuestos de 2021 fueron los de la resistencia y estos los de la recuperación. Son las séptimas cuentas y entrarán en vigor en tiempo y forma, destaca. El gasto real asciende a 20.703 millones, 17.300 de escudo social, en parte por los fondos europeos, 1.800 millones.
