Solo el 40,6 % de los municipios valencianos cuenta con puntos de recarga eléctrica de acceso público para vehículos sostenibles. Una implantación media-baja según la Generalitat. Un tercio, además, considera que el número de estaciones es insuficiente dada la demanda actual o potencial. De los que no disponen de este servicio únicamente un 21,6 % han iniciado los trámites para solucionar la carencia, aunque casi la totalidad admite que es oportuno contar con al menos una instalación.
Por provincias, València es la que cuenta con un mayor grado de implantación (44 %), seguida por Alicante (43 %) y Castelló (32 %). El 83 % de los consistorios de más de 20.000 habitantes han resuelto el problema pero la oferta decae en las localidades con menos de cinco mil (29 %). Así se desprende de una macroencuesta llevada a cabo por la Conselleria de Transición Ecológica en colaboración con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias así como la Agencia Valenciana Antidespoblament y las Mancomunidades.
Los cuestionarios tuvieron lugar entre noviembre y diciembre de 2021 por vía electrónica con un nivel de respuesta del 52,1 % (283 ayuntamientos en total y un volumen de población de 3,5 millones habitantes). Una amplia representación, pues, muy cercana al 70 % según destacan desde la conselleria que dirige Mireia Mollà.
La investigación revela que el 37 % de las entidades locales cuenta con vehículos eléctricos en sus flotas municipales. Porcentaje que se eleva hasta el 56 % si se contabilizan los ayuntamientos que han iniciado algún tipo de trámite para adquirir algún tipo de transporte libre de emisiones contaminantes a la atmósfera. Un punto clave para mitigar los efectos del cambio climático.
El 82 % de núcleos de la provincial de Alicante cuenta o dispondrá próximamente de una flota sostenible, frente al 55 % de València. Por contra, las poblaciones de Castelló andan más rezagadas pues el 84 % ni cuenta con este tipo de movilidad ni tiene previsto incorporarla por ahora.
En cuanto a la implantación de comunidades energéticas locales es muy reducida aún, al constatarse solo un 5 % en todo el territorio. Pese a ello, el resultado de la encuesta invita al optimismo, pues el 73 % de los municipios manifiesta su voluntad de impulsar este tipo de iniciativa.
Más eficiencia energética
En lo que sí se ha avanzado es en la apuesta por instalaciones de energía renovables en dependencias de inmuebles públicos, algo que se constata en casi la mitad de las urbes en los tres últimos años. Además, el 63 % ha introducido mejoras en la iluminación, el 57 % lo ha hecho en envolvente térmica y el 39 % en climatización.
Mollà anuncia ayudas por valor de 600.000 € y la ampliación de la Oficina Itinerante de Transición Ecológica
En la presentación de esta radiografía Mollà anunciaba la ampliación de la OTEA, la oficina itinerante de información y acompañamiento a la transición ecológica que contará con un nuevo equipo de asistencia para la promoción de comunidades energéticas. Y avanzaba ayudas de 600.000 euros para su desarrollo.
La consellera incidía en el decreto de energías renovables que permite a los municipios identificar el 2,5 % de su suelo no urbanizable para este tipo de proyectos. «La mayoría de los ayuntamientos cree que las pequeñas y medianas instalaciones son las que mejor van a caber en sus territorios, así que estimulamos que vengan esas inversiones desde la iniciativa pública», remarcaba.
