Dos actos en las Corts y refriega política en el día contra la LGTBIfobia

El PP acude en solitario a la colocación de la insignia en el parlamento mientras la izquierda protesta con las organizaciones del colectivo 

Lambda acusa a Susana Camarero de «mentir» sobre la entidad y la vicepresidenta replica que no tiene "ningún problema" con la organización

Protesta frente a las Corts de los colectivos LGTBI y los partidos de izqueirdas, este viernes.

Protesta frente a las Corts de los colectivos LGTBI y los partidos de izqueirdas, este viernes. / Levante-EMV

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

Día contra la LGTBIfobia movido, con cruce de declaraciones políticas y hasta de actos. La conmemoración de una cita que debe servir para mostrar el rechazo frente a agresiones y discursos contra el colectivo LGTBI venía generando encontronazos en las Corts desde hace más de un mes, con la duda de si se iba a colgar o no la bandera arcoíris, pero ha sido el choque de los últimos días entre Lambda y el Consell el que protagonizó el mayor intercambio de reproches. 

Y eso que la jornada empezó con la bandera del arco de San Martín decorando la fachada del Palau dels Borja, sede parlamentaria, como los años anteriores. Su colocación se acordó en la Mesa de las Corts, a propuesta del PP, con el rechazo de Vox y la abstención de PSPV y Compromís, que lamentaron que no hubiera acto con las asociaciones LGTBI, aunque finalmente hubo dos, pero ninguno con convocatoria de cáracter oficial. 

El primero fue al que acudieron diputados del PP —entre ellos su síndic, Miguel Barrachina—y altos cargos de la Conselleria de Igualdad —la secretaria autonómica, Asunción Quinzá, y el director general de Diversidad, Stephane Soriano— que estuvieron presentes en la colocación de la insignia, evento en el que no estuvo Vox ni tampoco nadie de PSPV y Compromís y ante lo que los populares señalaron que evidencia el compromiso del partido en la lucha contra la LGTBIfobia. 

Un par de horas después, y como respuesta a a la falta de una celebración institucional, socialistas y valencianistas organizaron el suyo junto a entidades como Lambda, Chrisallys o València Diversitat a las puertas de la cámara. Allí, representantes de ambas formaciones en las Corts, el Ayuntamiento de València, el Congreso y la Delegación de Gobierno —que también colgó la insignia en el Temple— cargaron contra PP y Vox por provocar «otro día de la vergüenza» y «romper el consenso» en diversidad sexual. 

A los parlamentos se le unieron banderas arcoíris, gritos de «ninguna agresión sin respuesta» y bocas selladas por esparadrapo. «Estamos de espaldas porque nos han dado la espalda», dijo el coordinador de Lambda, Fran Fernández, quien cargó contra el Ejecutivo autonómico y más en concreto contra la vicepresidenta Susana Camarero a la que acusó de «poner una diana en el pecho» de la asociación y de «mentir» sobre esta «para desviar la atención». 

Cruce de reproches

El choque entre esta organización y la titular de Igualdad empezó el miércoles cuando Lambda se desmarcó de las fiestas del Orgullo señalando las «coacciones» por parte del Consell y se incrementó el jueves cuando Camarero afirmó que Lambda «está perdiendo sus privilegios y monopolio», calificó a la entidad como «amiga de Compromís» y afirmó que si están «molestos» es porque se «está controlando cada euro que sale de la conselleria». 

La Delegación de Gobierno cuelga la bandera LGBTI en el Palau del Temple.

La Delegación de Gobierno cuelga la bandera LGBTI en el Palau del Temple. / Levante-EMV

«Lambda es más antigua que el PP, le sacamos tres años y unos diez o doce a Compromís; difícilmente podemos haber surgido de ningún partido», contraargumentó ayer Fernández quien agregó que lo «extraño» después de hacer activismo social, sería irse «a un partido que niega tus derechos» y avisó al Consell de que no cuenten con ellos para «ningún blanqueamiento a las políticas de retroceso».

Frente a estas críticas, Camarero se mostró ayer «sorprendida» y señaló que una asociación «no representa a todo el colectivo». Así, defendió que no había habido «ningún problema» con las entidades LGTBI, en concreto, Lambda, Ageval y FELGTBI+ —las que no participarán en el Orgullo— de las que dijo que han «acudido a las reuniones, nunca se han quejado y, de repente y no se sabe muy bien por qué, probablemente por cuestiones ideológicas, están levantando la voz y dicen que hay retrocesos».  

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