La política valenciana lleva desde el 30 de abril inmersa en una etapa de cambios extraña en un gobierno, el del Botànic, que había hecho gala de su estabilidad desde 2015. El último (y no solo por cuestión cronológica sino porque se espera que sea el broche de este periodo) ha sido el relevo en la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana. Gloria Calero, el último peón abalista en un puesto de primer nivel, cae después de dos años y medio en el Palau del Temple y en su lugar entra la hasta ahora concejala en València Pilar Bernabé.

El final de la etapa de Calero en la Delegación del Gobierno era una carta encima de la mesa desde julio de 2021, cuando José Luis Ábalos (su valedor) salió del Gobierno y de los despachos de Ferraz. La opción de salida de la máxima representante gubernamental se ejecuta ahora porque el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, tenía la ventana de un nuevo destino para Calero: el Senado. El pleno de las Corts ha de abordar este miércoles la persona que los socialistas proponen para sustituir como senadora territorial a la ahora consellera Josefina Bueno y el momento era propicio para el cambio en la Delegación.

¿Por qué el relevo llega ahora y no en los doce meses anteriores? Tiene que ver con la voluntad de empezar curso en septiembre con equipo nuevo, con la idea de encarar la recta final de la legislatura (la segunda de la izquierda) con un impulso de la actividad del Consell y el Gobierno de España en la Comunitat Valenciana. Esta es al menos la explicación en el entorno de Puig, que traslada además que este movimiento sería el último tras la crisis del Consell en mayo y la reciente dimisión de Mónica Oltra como vicepresidenta por su situación judicial.

Según las fuentes consultadas, Moncloa había aumentado el énfasis en la renovación en los últimos tiempos, incluso antes de l mal resultado del PSOE en Andalucía. Calero, así, tuvo conocimiento de la operación a mediados de la semana pasada, momento en el que Puig también pidió a su equipo de confianza aspirantes (mujeres) para la Delegación del Gobierno.

Ábalos designó a los dos últimos delegados. Este es el primer nombramiento decidido por el líder del PSPV

Porque el factor nuevo en este movimiento es que por primera vez desde que Pedro Sánchez gobierna, la opinión de Puig ha sido determinante. Los nombramientos de los dos últimos delegados, Juan Carlos Fulgencio y Gloria Calero, tenían el sello del exministro Ábalos. Eran personas (entonces) de su círculo más próximo.

Bernabé es ahora una apuesta de Puig, una persona de su total confianza que considera que ha crecido en estos tres años en el Ayuntamiento de València y a la que se pide dotar de mayor visibilidad a la labor del Gobierno en la Comunitat Valenciana, el encargo habitual en cada remodelación ejecutiva. De ella se pone en valor su influencia en la sociedad civil, especialmente en el colectivo empresarial y las asociaciones de fiestas, y su capacidad de presencia pública. El relevo deja la puerta abierta en las subdelegaciones, especialmente en la de Alicante, con la crítica Araceli Poblador.

El relevo supone la irrupción de un nuevo activo en València

La designación de Pilar Bernabé como nueva delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana abre un debate: ¿es una decisión a favor o en contra de la secretaria general en la capital y vicealcaldesa, Sandra Gómez? La pregunta surge porque tras la derrota socialista en Andalucía se especula sobre la urgencia de cambios en las listas de las elecciones de 2023.

Lo seguro es que Gómez pierde a uno de los principales valores en su grupo y a una persona de su confianza: fue asesora en la primera legislatura y ha sido concejala de Empleo, Deportes y Mayores en la segunda. Su sustituto será Javier Mateo, del círculo más estrecho de la líder en la ciudad.

A partir de ahí, la vicealcaldesa ofreció ayer una interpretación favorable al subrayar que el nombramiento «acerca la Moncloa a València». Puede atraer ministros a la ciudad, potenciar la visibilidad de esta y trasladar sus reivindicaciones.

Sobre la cuestión electoral, el calendario hace difícil vincular esta operación a un hipotético relevo de Gómez en la lista. Ferraz cuenta con aprobarlas entre septiembre y octubre, lo que deja poco margen para situar ahí a Bernabé. No obstante, Bernabé, bien situada en el partido (es hermana del que ya fue delegado del Gobierno Antoni Bernabé), crece políticamente con la designación. Supone la aparición de un nuevo activo. En el entorno de Puig admiten la proyección de la concejala, pero desligan la operación del futuro de Gómez, que ha sido conocedora además de la operación.