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Infraestructuras

Las vecinas de Camporrobles 'acampan' en la estación de tren como protesta por el cierre de la línea

Varias jóvenes de la localidad colocan una tienda de campaña y carteles con lemas como "orgullo de pueblo", "no nos moverán", "queremos tren", y varias lápidas lamentando la muerte de lo que cariñosamente los vecinos conocen como "tren Borreguero".

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Vecinas de Camporrobles "acampan" en la estación de tren como protesta contra el cierre de la línea

"Somos un gasto público". Así se sienten las vecinas y vecinos de Camporrobles tras el corte de la línea ferroviaria que unía la comarca con València y Cuenca y que hoy se ha oficializado. "Un gasto". Así de triste. Lo dice una mujer joven del pueblo que vive y trabaja ahí como sus amigas, que se niega a irse pese a que no se lo ponen fácil para quedarse.

Ayer M. se coló en la estación de tren de Camporrobles con varias jóvenes del pueblo. Aprovechó que no había guardia para "acampar" en las instalaciones y colocar varios carteles en los que se leer "orgullo de pueblo", "no nos moverán", "queremos tren", y varias lápidas lamentando la muerte de lo que cariñosamente los vecinos conocen como "tren Borreguero".

Este martes sale el último tren entre Cuenca y Aranjuez, y la alcaldesa de la localidad, así como vecinas de todos los pueblos desconectados de la zona (tanto valencianos como manchegos) se concentrarán para pedir que el Gobierno de marcha atrás en su decisión. Esta tarde también hay prevista una concentración en Camporrobles. En realidad la línea ya estaba cortada desde hace meses, y el Borreguero partía de València y dormía en Utiel, final de la línea, para llegar a Cuenca era necesario conectar con un autobús. Hoy se ha oficializado la muerte de la línea.

Protesta en la estación de tren de Camporrobles. Levante-EMV

Aún así, las vecinas no se rinden y se niegan a asumir que corten una línea de vida para los pueblos de la zona. "Hasta que no nos arranquen las vías del suelo seguiremos protestando para tener tren", denuncia M. Estas vecinas jóvenes, muchas de ellas de la zona que se han asentado gracias al teletrabajo defienden que "hay vida en los pueblos, aunque se empeñen en negarlo".

Por el momento tienen poca información del futuro que les espera, "no hay noticias y lo poco que nos llega es a través de los maquinistas o revisores que nos cuentan", asegura. La desaparición del tren, que lleva meses siendo efectiva, provoca el aislamiento de muchas personas del pueblo. "Gente mayor que usaba el tren para moverse a Utiel o Requena o a otros pueblos de la zona, o jóvenes para ir a la universidad (tanto Cuenca como València)", añade.

"Hasta que no nos arranquen las vías del suelo seguiremos protestando para tener tren", denuncia una vecina

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Durante meses los habitantes de la localidad han estado protestando para no perder el servicio, y ahora confiesan que "desmotiva mucho que lo den por perdido". En este tiempo "hemos protestado, hemos cortado las vías de la estación de Utiel, hemos puesto muñecos de cartón, nos hemos manifestado en Cuenca y Aranjuez, hemos hecho canciones y hasta pintado con los colores del orgullo rural", señala. Comenta que en muchas ocasiones Guardia Civil y seguridad de la estación han parado sus protestas por "alterar el orden público". "La media de edad aquí está en más de 50 años, así que no sé qué alteración del orden público podemos llevar a cabo", cuenta con sorna.

Estación de tren de Camporrobles. Levante-EMV

"En el pueblo no hay nada"

"No somos muchos los jóvenes que crecemos en pueblos, pero desde pequeños nuestros padres nos enseñan algo. Nos dicen 'estudia, vete de aquí, sácate tu carrera y cuánto más lejos vivas mejor'", cuenta M. Pero se niega a hacer caso a sus padres. "Muchos amigos son agricultores y no dan abasto con tanto trabajo, otras trabajan en el supermercado o teletrabajan aquí varios días de la semana", defiende.

Esta vecina critica que el Gobierno hable de movilidad sostenible y al mismo tiempo les arranque una infraestructura clave para ello en la zona. "Muchos trabajadores que vienen varios días a la semana a teletrabajar usaban el tren", cuenta.

El Borreguero es una figura más del paisaje de los pueblos de la zona, llena de recuerdos para los habitantes. "En Camporrobles la escuela de verano tiene más niños que la de invierno, y todos los meses de julio y agosto cada vez que viene el tren es una fiesta. Es la primera vez que los niños suben, con ilusión, y se les enseña desde pequeños que ese es un medio de transporte más que pueden usar. Ahora los niños que vengan no vivirán eso y no sabrán del ferrocarril", lamenta.

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