De albergues del camino de Santiago a hoteles de 5 estrellas, pasando también por hospitales. No hay instalación en la que haya trasiego de personas, sobre todo para dormir, donde no se dé algún problema con las chinches de cama, insectos que se alimentan de sangre humana y que aprovechan la noche para salir de sus escondites y conseguir su dosis a base de picaduras. Es lo que acaba de pasar en el Hospital Clínico de València: el centro ha tenido que cerrar tres habitaciones de la cuarta planta del pabellón B tras detectar en ellas chinches a finales de la semana pasada. Es el mismo pasillo donde hace solo mes y medio ya se tuvo que cerrar otra habitación por lo mismo.

Los expertos aseguran que estos insectos no habían generado problemas importantes desde finales de los setenta (momento en el que todavía eran habituales) pero en la última década y media ha habido un resurgir. "Tenemos avisos constantes con este tipo de plagas en todo tipo de instalaciones", explica Sergio Monge, presidente de Anecpla, asociación española que aglutina a las empresas de sanidad ambiental. En albergues u hoteles es donde es más habitual esperarlas "ya que no es una plaga que se transporte por sí sola, la llevamos nosotros de un sitio a otro con los enseres o maletas, pero ahora vemos que llega incluso a cines y teatros donde es más difícil de entender", añade Monge.

Desde la entidad aseguran que detectar un brote de estos insectos en instalaciones como hospitales no es inusual ya que, al final, "son como hoteles donde hay mucho tráfico de pernoctaciones y de maletas", pero tanto en un sitio como en otro, la presencia del insecto se detecta tarde, cuando ya ha picado. Las picaduras no van más allá de generar, en algunos casos, una reacción alérgica pero el rechazo que genera el encontrarse con una infestación de insectos de este tipo no es el mismo para una persona si le pasa en un albergue en el camino de Santiago que para un paciente o un acompañante de un enfermo en un hospital.

Imagen de una chinche de cama, Cimex lectularius. Bedbugspics

Tolerancia cero en los hospitales

"Es el umbral de tolerancia. No es lo mismo que encuentre una cucaracha en el portal de mi casa en julio que la encuentre en un quirófano. En un hospital no debería haber ninguna", ejemplifica Monge. Y es lo que está sucediendo en el Clínico que de forma cíclica está teniendo problemas de plagas, no solo de chinches. Estos insectos llevan años dando problemas en el centro pero también a finales del año pasado, desde los sindicatos denunciaron la aparición de cucarachas en uno de los pasillos subterráneos y por las mismas fechas corrió un vídeo de una rata que se paseaba por Urgencias. Un cúmulo de problemas que hacen aumentar las quejas sobre el funcionamiento de los servicios de limpieza y de control de plagas.

Para el experto, una vez se detecta un problema en una habitación de hospital hay que hacer un abordaje "en cubo". "Si no es tratamiento, sí vigilancia pensando en un cubo imaginario: en las habitaciones de arriba, de abajo, de la derecha, de la izquierda y en las diagonales. Y si siguen apareciendo, hay que ir ampliando el cubo", detalla el presidente de Anecpla. El motivo es que las chinches se esconden en los pliegues y recovecos del mobiliario como camas o butacones de los acompañantes, en el caso de los hospitales, pero también en los rodapiés o los enchufes y se pueden ir moviendo por el interior de las paredes "o son transportadas por los carritos cuando se hacen las camas, por ejemplo".

Este es el motivo de que en la mayoría de ocasiones no sea suficiente una buena rutina de limpieza. "Las chinches no suelen ser un indicativo de bajo nivel de limpieza aunque sí es cierto que cuanta más limpieza y más orden menos refugio les damos".

Si se han detectado y se erradica, fin del problema, pero si han anidado y se han desarrollado, el problema va a ser recurrente y constante porque en un hospital, como un hotel "no van a dejar de tener alimento todas las noches". Fuentes internas del hospital temen que esto es lo que haya pasado en el Clínico y que los episodios recurrentes que se están viviendo no sean por "entradas puntuales" del insecto.

Saber cómo es una chinche y qué rastro deja

Han sido durante tanto tiempo una plaga en regresión que, hoy en día, hay muchas personas que ni siquiera sabrían identificar a una chinche si la encuentran en casa. Es lo que le pasó en agosto a la vecina de Canet que denunció las picaduras nocturnas mientras acompañaba a su marido, ingresado en el Hospital Clínico de Valencia. Vio que un pequeño insecto rojo le picaba pero no le dio importancia porque no lo reconoció. Precisamente por esto, desde Anecpla, la asociación española de empresas de sanidad ambiental, apuestan por dar cursos de formación "al personal de limpieza y de lavandería por ejemplo", para que supieran detectar cómo son los insectos "de adultos y como ninfas, las mudas que hacen, los excrementos... con estas nociones sería más fácil localizar estas plagas", añade Sergio Monge, presidente de Anecpla.