La consellera de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Rebeca Torró, se ha declarado dispuesta a asumir en primera persona todo aquello que tenga que ver con la implantación de las energías renovables en la Comunitat Valenciana y que afecte a la Conselleria de Territorio, de la que es la máxima responsable.
Durante una comparecencia esta mañana en las Corts, Torró ha anunciado que en pocos días se producirán cambios y en pocas semanas se podrán evidenciar ya los resultados de esta especie de golpe de timón que tiene en mente en una conselleria que asumió en la última renovación el pasado mes de mayo en sustitución de Arcadi España, que se convirtió en conseller de Hacienda.
El anuncio de la titular de Política Territorial se ha producido esta mañana en la sesión de control en las Corts a los miembros del Consell, en un momento en el que aún colea el enfrentamiento, que ha tenido su punto álgido en los últimos días, entre la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, y el partido mayoritario de Compromís, Més, precisamente por la gestión de las renovables.
Torro ya anunció en su primera intervención en las Corts cuando asumió el cargo que su intención era implicarse directamente para que todo lo relacionado con las energías renovables saliera adelante de la manera más efectiva, algo que a juzgar por el anuncio no se ha producido.
La titular de Política Territorial no ha explicado en qué van consistir esos cambios, pero la premura con la que parece que tiene en mente adoptarlos y la polémica generada en los últimos días no parecen hechos casuales ni aislados. Su coincidencia en el tiempo revela que existe un problema evidente con el proceso de transición energética que acaba por tener una dimensión política.
El anuncio también pone sobre la mesa que la consellera entiende que la gestión es mejorable y que se hace necesario adoptar cambios y que estos son para ella una prioridad. Sin embargo, el mestizaje dentro del Consell, es decir la cohabitación de cargos de distintos partidos en las distintas conselleries, se rige por una serie de condicionantes que hacen que el margen de maniobra que tiene la consellera a la hora de abordar cambios en la estructura de la consellera es reducido porque dependen también de otro partido, en este caso Més.
Los cargos son nombrados por consenso entre los partidos implicados y un posible cese también tiene que ser acordado, una posibilidad que en Més descartan de plano. La principal formación de Compromís no tiene previsto realizar ningún cambio. Al contrario, el cierre de filas con el área de Paisaje que dirigen dos cargos de Més, la secretaria autonómica, Inma Orozco, y la directora general, Rosa Pardo, es total. Incluso la propia síndica de Compromís, Papi Robles, ha defendido la gestión de sus compañeras de partido, gestión que la consellera Mollà había puesto en el punto de mira con unas declaraciones el martes en las que aseguró que era la gestión de las conselleries de Territorio y Economía la que frenaba el avance en la implantación de las energías renovables, en este caso las plantas fotovoltaicas.
Mollà asegura que la Comunitat Valenciana acumula un importante retraso y sin poner nombres señalaba a las otras dos consellerias con competencias en materia de proyectos de plantas fotovoltaicas, la conselleria de Economía, y la secretaría autonómica y la dirección general de Paisaje. La airada reacción de la consellera no ha sentado bien en Compromís que sale en defensa de la gestión de sus cargos.
Tampoco Mollà es la primera responsable gubernativa que apuntó a la dirección general de Paisaje como el cuello de botella donde se atascan los proyectos. El propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se ha quejado también en alguna ocasión y ha asegurado que la gestión valenciana sobre la instalación de plantas fotovoltaicas es muy mejorable. La propia Mollà daba un suspenso al Consell hace unos días en este asunto que sitúa a la Comunitat Valenciana muy lejos de cumplir los objetivos que marca la Unión Europea o leyes que están a punto de aprobarse como la de Cambio Climático.
Torró ha asegurado este jueves en las Corts que es necesario que las administraciones y los partidos estén alineados para conseguir objetivos. «Asumimos nuestra responsabilidad, pero la solución definitiva pasa por un pacto de la energía como el que lidera el presidente Puig y todos tenemos que estar a la altura», ha asegurado en una respuesta a la diputada del PP Elisa Díaz.
"Haremos un esfuerzo adicional para incrementar la instalación, aunque no hay un problema solo en los informes de Paisaje"
«Nos pusimos a trabajar en el decreto para acelerar la implantación y se marcaron unos criterios y vamos a seguir trabajando con medidas técnicas y jurídicas y haremos un esfuerzo adicional para incrementar la instalación, aunque no hay un problema solo en los informes de Paisaje», ha dicho Torró. «No es un problema solo de Paisaje, toda la Administración tiene que tener un compromiso firme», ha insistido.
Ideología sectaria en la conselleria, según el PP
El PP había preguntado si existe una ideología sectaria en el departamento de Territorio y Paisaje y si es posible desatacar los proyectos. Los populares aseguran que el 90 por ciento de los proyectos que están en trámite se atascan en Territorio. Unos 400 parques y una inversión de 7.500 millones está paralizada, según el PP, y las empresas temen la pérdida de 400 millones en avales. «¿Va usted a cesar a su directora general o parte del Botànic no la deja? ha preguntado Díaz a la consellera Torró.
En su respuesta, la consellera ha dado la bienvenida al PP a la defensa de las energías renovables y ha recordado que fue este partido cuando dirigía el Gobierno de España el que penalizó el autoconsumo con el impuesto al sol y como entonces no se hizo una legislación adecuada para las renovables, a partir de 2019 cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, eliminó el denominado impuesto al sol, comenzaron a entrar proyectos y expedientes de una forma desmesurada, aunque ello no impide que la Comunitat Valenciana acumule un importante retraso en la implantación.
