La presencia de flora sumergida en l’Albufera se ha multiplicado por cuatro este verano respecto al máximo registrado hace cuatro años gracias a los aportes de agua del Xúquer. Las praderas de Najas marina han pasado de ocupar 108.000 m² en 2018 a 551.000 m². La primera vez que volvió a detectarse esta planta fue en la primavera de 2016, tras décadas desaparecida. Su presencia es sinónimo de regeneración ambiental por el efecto fitodepurador que tiene si se da un amplio despliegue. «Desde hace cincuenta años no se veía algo así», señala Joan Miquel Benavent, director general del servicio de Devesa-Albufera

Vías de entrada del agua de la Acequia Real

La Najas marina es una especie subacuática distribuida por gran parte de Europa y es propia de lagunas, estanques o pantanos generalmente de aguas estancadas aunque manteniendo un cierto flujo. Sus beneficios se han dejado sentir inmediatamente, con una mayor claridad en la orilla oeste del lago. Además, ayuda a captar sedimentos y mitiga el oleaje, gran enemigo de las motas. «La cobertura y distribución excepcional es de una indudable relevancia histórica», se destaca en el informe al que ha tenido acceso Levante-EMV.

Vías de entrada del agua de la Acequia Real

En el seguimiento que vienen realizando los técnicos de la Conselleria de Transición Ecológica y el Ayuntamiento de València se ha constatado la presencia de aves, invertebrados acuáticos o peces asociados que caracterizaban la laguna antes del colapso ambiental de los años setenta. Además, se han detectado dos especies de libélulas nuevas que solo proliferan en aguas transparentes: el agrión de ojos rojos (Erythromma viridulum) y el caballito claro (Platycnemis latipes ).

«El agua está clara y puede verse el lecho hasta un metro de profundidad»,enfatiza Benavent. La dotación hídrica de 14,5 hm³ del Xúquer a través de seis acequias y los 5.1 hm³ derivados por el desembalse técnico de Tous han sido clave en este renacimiento. La falta de caudal entrante durante el final del invierno, después de finalizar la «perellonà» y el inicio del cultivo del arroz, venía siendo uno de los principales factores generadores de estrés ambiental.

Gran calidad biológica

Generalitat y Ayuntamiento de València han ido de la mano para reclamar al Ministerio para la Transición Ecológica una asignación fija para el humedal, a través del Plan Especial de l’Albufera y las alegaciones al Plan Hidrológico del Júcar 2022-2027. En los trabajos de campo que realizan desde la Dirección General de Medio Natural y el servicio Devesa-Albufera se constata que la llegada de estos aportes ecológicos, con mayor calidad biológica y gran cantidad de propágulos (organismos incompletos pero capaces de desarrollarse por sí mismos), es lo que más contribuye a la recuperación del enclave.

En este tiempo se han observado grandes grupos de aves como la focha común (Fulica atra) con más de 500 ejemplares, pato colorado (Netta rufina), o pato cuchara (Spatula clypeata). «Los resultados evidencian que la gestión hídrica es decisiva en la recuperación de la riqueza y biodiversidad, y para avanzar en el cumplimiento de los objetivos marcados por la Unión Europea», concluye el estudio.

La cobertura de flora subacuática, por la orilla oeste del lago, a finales de septiembre de 2022 según las prospecciones de la Dirección General de Medio Natural y el Servicio Devesa-Albufera.

Los aportes del Xúquer se han derivado a través de los principales canales y acequias en el sector sudoeste (Overa, Dreta, Alqueressia, Séqia de la Foia, Séquia del Barranquet y Séquia Nova).

«Es la prueba de que no hace falta dragar»

Frente a los defensores a ultranza del dragado de los fondos de l’Albufera como única vía para su salvación, el vicealcalde de València Sergi Campillo remarca que es el agua en cantidad y calidad lo que va a determinar el futuro del parque natural. «Es la prueba evidente de que no hace falta dragarla ni nada por el estilo», explica Campillo. «L’Albufera solo necesita agua, por lo que estamos muy esperanzados por el acuerdo con la CHJ y si seguimos por este camino en pocos años podríamos recuperar un lago de aguas cristalinas», incidía. La propia consellera de Agricultura y Transición Ecológica, Mireia Mollà, incidía en este aspecto en la presentación del informe sobre el Estado del Medio Ambiente en la Comunitat Valenciana el pasado martes. «Estamos viendo una explosión de vida y una transparencia del agua como no se veía desde hacía décadas», según Mollá.