Extranjería

Extranjería niega los papeles a una niña de once años que lleva desde los siete meses en España

La menor está empadronada y escolarizada, cumple los requisitos y sus dos padres tienen la documentación en regla | El Defensor del Pueblo reclama que se los concedan y ha trasladado el caso al Ministerio de Migraciones

La oficina de extranjeria de Valencia ha denegado a una niña de 11 años la nacionalidad española pese a tener todos los documentos necesarios y sus padres tener papeles

La oficina de extranjeria de Valencia ha denegado a una niña de 11 años la nacionalidad española pese a tener todos los documentos necesarios y sus padres tener papeles / German Caballero

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

María celebraba ayer el cumpleaños de una de sus amigas del colegio. Tiene once años y vive en València. Su padre Morad lleva 20 años trabajando en España, y su madre Oumaima llegó con ella cuando tenía siete meses. Va al cole en València, tiene su centro de salud en València, y su vida está en València prácticamente desde que nació. Pero Extranjería le acaba de denegar, otra vez, su solicitud para regularizar su situación en España.

María tiene once años y no tiene papeles. Aunque su padre y su madre sí que los tienen. Es extranjera en su propio país. Morad cuenta que lleva muchos años chocándose contra el muro de las oficinas de extranjería y que ya no sabe qué hacer para que su hija, valenciana desde los siete meses y empadronada en la ciudad, le concedan la documentación para residir legalmente en España. Porque ahora mismo es una niña en situación irregular.

El último portazo de las oficinas de Extranjería de València lo recibió a mediados de 2022 y este ha sido tan sonoro que el Defensor del Pueblo del Gobierno de España se ha pronunciado a favor de que se le tramite la documentación a la niña y que se tome "en consideración el interés superior de la menor". El organismo incluso ha asegurado que se ha informado a la Dirección General de Migraciones (del Ministerio) sobre este asunto. Delegación del Gobierno, preguntada sobre este tema, no ha querido hacer declaraciones.

"Es una niña que está aquí en España casi desde que nació ¿Qué conseguimos denegándole los papeles?"

Paco Solans

— Abogado Extranjerista

Paco Solans, presidente de la asociación Extranjeristas en Red y abogado extranjerista de la menor asegura que "hemos tenido que ir hasta a juicio para conseguir los papeles de esta niña y aún así no nos ha servido. Siempre deniegan su solicitud por cualquier matiz", denuncia.

La oficina de extranjeria de Valencia ha denegado a una niña de 11 años la nacionalidad española pese a tener todos los documentos necesarios y sus padres tener papeles

La oficina de extranjeria de Valencia ha denegado a una niña de 11 años la nacionalidad española pese a tener todos los documentos necesarios y sus padres tener papeles / German Caballero

Todos los requisitos en regla

María cumple todos los requisitos para que le den la documentación, pero la pega de Extranjería es la siguiente. "Nos pidieron que aportáramos el certificado de empadronamiento y lo aportamos, pero resulta que tenía que ser un certificado emitido específicamente 'para la reagrupación familiar'. Y por eso nos han archivado el expediente y hemos de empezar de nuevo desde el principio" explica Solans en una carta dirigida a la Subdelegada del Gobierno (y responsable última de Extranjería) Raquel Ibáñez. En la misiva Solans pide explicaciones pero tampoco obtiene respuesta.

"Los certificados son, en la práctica, exactamente iguales salvo que uno no contiene la expresión 'para la reagrupación familiar'. La diferencia no existe salvo en esas cuatro palabras. No entendemos este exceso de celo y de trabas en el caso de una niña, que además está perfectamente integrada en València", critica Solans.

Según critica el abogado extranjerista "las dificultades que nos ponen para regularizar a menores de edad son comunes, cuando debería ser todo lo contrario, debería tratarse de expedientes fáciles y con más manga ancha por el interés superior del menor, pero para nada es así", remarca. "Es una niña que está aquí en España casi desde que nació ¿Qué conseguimos denegándole los papeles?".

Las comprobaciones y requisitos para conceder los papeles a María han sido draconianas durante años. "Los servicios sociales han venido a casa muchas veces para ver que todo esté bien, mirar las condiciones de su habitación, nos han pedido los papeles de la casa y las nóminas. Una vez nos lo denegaron porque justo ese mes estaba en paro y consideraron que no teníamos ingresos suficientes", denuncia Morad, que ya no sabe a dónde acudir para que regularicen a su hija.

Ahora es la Dirección General de Migraciones -es decir, el Ministerio- el que tiene que pronunciarse, sin embargo hay precedentes negativos en este sentido: "ha ocurrido otras veces y Extranjería ha mantenido sus decisiones", cuenta Solans.

Las peores oficinas de España

María sigue siendo una persona irregular en su propio país después del enésimo portazo de Extranjería. La única alternativa que queda es "seguir presentando una y otra vez solicitudes hasta que al final por cansancio nos la acepten. Es un sinsentido", denuncia el extranjerista.

Un sinsentido bastante frecuente. "Veo a muchos jóvenes que llegan a los 18 años y nadie les ha tramitado los papeles, es un caso lamentablemente común". Para Solans, la situación de la Oficina de Extranjeros de València, "ha tomado unos extremos intolerables, no solo en los retrasos, sino en el sentido de sus resoluciones, en un claro ánimo obstructivo del buen funcionamiento de la Administración".

Solans sustenta esto con datos de las propias oficinas de Extranjería a los que ha tenido acceso este periódico a través de una solicitud de transparencia. En términos de arraigo (un proceso para conseguir los papeles), las oficinas valencianas deniegan la mitad de las solicitudes. Por otro lado, la media de España es que se aceptan tres de cada cuatro. Además de esto, las oficinas de València tardan más de siete meses en resolver este trámite pese a que el máximo establecido por ley es de 90 días.

En el caso de los expedientes de familiares de ciudadanos de la Unión Europea, se deniegan también casi la mitad (44 %), mientras que en toda España es al contrario: se aceptan el 80 por ciento de todas las solicitudes. En índices de resolución negativa, en retrasos y en acumulación de expedientes desde la pandemia, las oficinas de extranjería de València están a la cola de España.